Nunca he estado de acuerdo con películas de corte religioso. Aquellas cintas que de niño solían pasar en épocas de semana santa en una especie de maratón televisivo en esos días, era una especie de imposición y un pequeño lavado de cerebro para nuestras incipientes vidas, aunque eran honestas, ya que desde el comienzo sabias por donde iba la historia y de que se estaba hablando.

Y lo peor de esta cinta es que precisamente antes de verla ni te imaginas por donde va el hilo de la historia, yo la quise ver:
Por su elenco.
Porque era una historia del futuro,
Porque me gustan las películas tipo Mad Max.
Etc.

Y hoy en pleno siglo 21, año 2010 en la era de la globalización y donde cada vez mas se rompen los dogmas religiosos en todo el mundo, me recetan esta pseudo película de ciencia ficción post apocalíptica, con una historia que si te la tomas a la ligera es de risa, pero vamos, este no es un accidente y te están enganchando en algo con trampa, algo que ya sabemos cual es el objeto... y que no es muy ético que digamos.

Y por otro lado enfocándonos al film, vemos a dos veteranos de las pantallas con mucho oficio como lo son Denzel Washington y Gary Oldman, mostrándonos un buen duelo de actuaciones que me hubiera gustado ver en otra cinta y no en esta propaganda teológica bastante mala.

Si lo que querían era dar un mensaje de esperanza, de fe y reivindicación...señores Hughes temo decirles que no lo lograron.