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Voto de Manospondylus:
6
7.4
39,944
Romance. Drama
Adèle (Adèle Exarchopoulos) tiene quince años y sabe que lo normal es salir con chicos, pero tiene dudas sobre su sexualidad. Una noche conoce y se enamora inesperadamente de Emma (Léa Seydoux), una joven con el pelo azul. La atracción que despierta en ella una mujer que le muestra el camino del deseo y la madurez, hará que Adèle tenga que sufrir los juicios y prejuicios de familiares y amigos. Adaptación de la novela gráfica "Blue", de Julie Maroh. (FILMAFFINITY) [+]
22 de noviembre de 2015
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quienes nos emocionamos con la historia de Clementine, pasando por las dificultades que tiene que atravesar y el rechazo que sufre por parte de familiares y amigos, hasta llegar al dramático desenlace; no estamos de enhorabuena, puesto que nada de eso aparece en la película.
En su lugar, el director y guionista Abdellatif Kechiche nos cuenta la historia de Adèle, quien al igual que Clem se enamora perdidamente de una chica de cabello azul llamada Emma, aunque bastante diferente de la Emma original en otros aspectos. Además, no encuentran obstáculo alguno en el inicio de su relación ya que Adèle carece en buena medida de los miedos e inseguridades que asaltan continuamente (y caracterizan) al personaje de Clementine. A eso hay que añadir que sus padres apenas aparecen (y dejan la película sin ninguna explicación) y aún menor es el papel de Sabinne, novia de Emma, reducido a un par de breves apariciones en las que apenas habla (y también desaparece sin motivo). La única excepción es la actitud homófoba de algunas de sus compañeras de clase.
Por si hay por ahí alguien que aún no sabe de qué va esto, aclararé que La Vida de Adèle es la adaptación de la estupenda novela gráfica Le Bleu Est une Couleur Chaude (porque no sólo las películas de superhéroes están inspiradas en cómics), escrita y dibujada por Julie Maroh. Y bien, sé que esto es una adaptación y hay que admitir ciertos cambios y licencias del nuevo autor que construye su propia obra sobre la base que le proporciona la creación de Maroh, pero me resulta imposible no compararlas, más aún cuando veo todo lo que se ha desaprovechado al llevar al cine esta historia.
En su paso al cine, los personajes sufren importantes cambios, comenzando por la propia protagonista, que no conserva ni el nombre. Muchas situaciones son bastante diferentes, hasta que la trama se desvía totalmente de la original culminando en algo que dista demasiado de lo que tenía que haber sido. Incluso el título es reemplazado por otro mucho más convencional (¿Cuántas películas se titulan "La vida de...?"), quizá con el único objetivo de trazar cierto paralelismo con La vida de Mariana, obra de Marivaux a la que se alude varias veces en la cinta. Aunque con tanta alteración (innecesaria y hasta absurda) respecto a la novela gráfica de Maroh, poco importa el cambio de título, porque esto no es El Azul Es un Color Cálido; de hecho, me genera cierta sensación de frialdad.
Así pues, durante 3 horas seguimos la vida de una chica bastante corriente a la que le van sucediendo cosas, que nos pueden resultar más o menos interesantes, hasta que llegamos a un final insulso, muy alejado del original, que bien podría haber acabado media hora antes. Por lo demás, no es en sí una mala película. A destacar el trabajo de la magnífica pareja de intérpretes formada por Adèle Exarchopoulos y Lea Seydoux, que nos regalan una actuación memorable (a pesar de lo difícil que les resultó el rodaje, según sus propias declaraciones, por el carácter del director), haciendo sus personajes completamente creíbles (ya digo, lástima que no sean los personajes que tenían que haber sido). Del resto del elenco no hay mucho que decir porque no hay más personajes con peso en la trama y apenas están desarrollados (lo que sorprende en un filme de 3 horas), así que lo dejaré en que todos los actores y actrices cumplen sin más.
Mención aparte merecen las largas escenas de sexo que tanto han dado que hablar. Personalmente no me molesta que sean tan explicitas, pero por su excesiva duración pueden llegar a aburrir (en conjunto, alrededor de 15 minutos) y, puesto que evidentemente son redundantes, evitan el avance de la trama y no aporta nada el hecho de que sean tan extensas, bien podrían haber durado la mitad. Lo realmente molesto es que dichas escenas, de nuevo, sirvan para alejarse horriblemente de la historia original, por ejemplo cuando Kechiche transforma un sueño que inquieta a Clem en una masturbación de Adèle o la escena en la que, de nuevo, Adèle se acuesta con su novio del instituto. Además, hay que añadir que buena parte de la audiencia (y me incluyo) consideramos que Kechiche abusa un poco del desnudo femenino, recreándose obvia y especialmente en Adèle (el personaje... y por supuesto también la actriz), a la que exhibe a cada momento que tiene la ocasión (y si no la tiene, la fuerza). Así podemos verla cambiándose de ropa, duchándose, posando desnuda o simplemente hablando, eso sí, desnuda. Tal vez sea un recurso para atraer público (principalmente masculino heterosexual), ganarse el favor de cierto sector de la crítica (también hombres heterosexuales que alaban el "realismo, autenticidad y precisión de las escenas de sexo lésbico"), o puede que Kechiche quisiera plasmar sus propias fantasías. En cualquier caso, el uso del desnudo femenino (o masculino, aunque no es el caso) y del sexo para tales fines resulta tan patético que también me molesta.
En conclusión, estamos ante una película correcta en general, que sería una muy buena película si no diera esa desagradable sensación de que uno de los objetivos del director era el de poner en pantalla sus propias fantasías. Pero que podría haber sido una grandísima película si hubiera aprovechado el material del que partía, porque como adaptación es un desastre y eso no sería un problema si mejorara la obra original, pero no es así. De haberse ceñido a la idea de Maroh, bien podía haber sido una de esas películas, dentro del género de drama romántico, que marcan una generación, pero desafortunadamente se queda en otra película más, decente, pero que no llega a sobresalir.
En fin, una oportunidad perdida. La vida de Adèle desde luego no es la vida de Clementine.
En su lugar, el director y guionista Abdellatif Kechiche nos cuenta la historia de Adèle, quien al igual que Clem se enamora perdidamente de una chica de cabello azul llamada Emma, aunque bastante diferente de la Emma original en otros aspectos. Además, no encuentran obstáculo alguno en el inicio de su relación ya que Adèle carece en buena medida de los miedos e inseguridades que asaltan continuamente (y caracterizan) al personaje de Clementine. A eso hay que añadir que sus padres apenas aparecen (y dejan la película sin ninguna explicación) y aún menor es el papel de Sabinne, novia de Emma, reducido a un par de breves apariciones en las que apenas habla (y también desaparece sin motivo). La única excepción es la actitud homófoba de algunas de sus compañeras de clase.
Por si hay por ahí alguien que aún no sabe de qué va esto, aclararé que La Vida de Adèle es la adaptación de la estupenda novela gráfica Le Bleu Est une Couleur Chaude (porque no sólo las películas de superhéroes están inspiradas en cómics), escrita y dibujada por Julie Maroh. Y bien, sé que esto es una adaptación y hay que admitir ciertos cambios y licencias del nuevo autor que construye su propia obra sobre la base que le proporciona la creación de Maroh, pero me resulta imposible no compararlas, más aún cuando veo todo lo que se ha desaprovechado al llevar al cine esta historia.
En su paso al cine, los personajes sufren importantes cambios, comenzando por la propia protagonista, que no conserva ni el nombre. Muchas situaciones son bastante diferentes, hasta que la trama se desvía totalmente de la original culminando en algo que dista demasiado de lo que tenía que haber sido. Incluso el título es reemplazado por otro mucho más convencional (¿Cuántas películas se titulan "La vida de...?"), quizá con el único objetivo de trazar cierto paralelismo con La vida de Mariana, obra de Marivaux a la que se alude varias veces en la cinta. Aunque con tanta alteración (innecesaria y hasta absurda) respecto a la novela gráfica de Maroh, poco importa el cambio de título, porque esto no es El Azul Es un Color Cálido; de hecho, me genera cierta sensación de frialdad.
Así pues, durante 3 horas seguimos la vida de una chica bastante corriente a la que le van sucediendo cosas, que nos pueden resultar más o menos interesantes, hasta que llegamos a un final insulso, muy alejado del original, que bien podría haber acabado media hora antes. Por lo demás, no es en sí una mala película. A destacar el trabajo de la magnífica pareja de intérpretes formada por Adèle Exarchopoulos y Lea Seydoux, que nos regalan una actuación memorable (a pesar de lo difícil que les resultó el rodaje, según sus propias declaraciones, por el carácter del director), haciendo sus personajes completamente creíbles (ya digo, lástima que no sean los personajes que tenían que haber sido). Del resto del elenco no hay mucho que decir porque no hay más personajes con peso en la trama y apenas están desarrollados (lo que sorprende en un filme de 3 horas), así que lo dejaré en que todos los actores y actrices cumplen sin más.
Mención aparte merecen las largas escenas de sexo que tanto han dado que hablar. Personalmente no me molesta que sean tan explicitas, pero por su excesiva duración pueden llegar a aburrir (en conjunto, alrededor de 15 minutos) y, puesto que evidentemente son redundantes, evitan el avance de la trama y no aporta nada el hecho de que sean tan extensas, bien podrían haber durado la mitad. Lo realmente molesto es que dichas escenas, de nuevo, sirvan para alejarse horriblemente de la historia original, por ejemplo cuando Kechiche transforma un sueño que inquieta a Clem en una masturbación de Adèle o la escena en la que, de nuevo, Adèle se acuesta con su novio del instituto. Además, hay que añadir que buena parte de la audiencia (y me incluyo) consideramos que Kechiche abusa un poco del desnudo femenino, recreándose obvia y especialmente en Adèle (el personaje... y por supuesto también la actriz), a la que exhibe a cada momento que tiene la ocasión (y si no la tiene, la fuerza). Así podemos verla cambiándose de ropa, duchándose, posando desnuda o simplemente hablando, eso sí, desnuda. Tal vez sea un recurso para atraer público (principalmente masculino heterosexual), ganarse el favor de cierto sector de la crítica (también hombres heterosexuales que alaban el "realismo, autenticidad y precisión de las escenas de sexo lésbico"), o puede que Kechiche quisiera plasmar sus propias fantasías. En cualquier caso, el uso del desnudo femenino (o masculino, aunque no es el caso) y del sexo para tales fines resulta tan patético que también me molesta.
En conclusión, estamos ante una película correcta en general, que sería una muy buena película si no diera esa desagradable sensación de que uno de los objetivos del director era el de poner en pantalla sus propias fantasías. Pero que podría haber sido una grandísima película si hubiera aprovechado el material del que partía, porque como adaptación es un desastre y eso no sería un problema si mejorara la obra original, pero no es así. De haberse ceñido a la idea de Maroh, bien podía haber sido una de esas películas, dentro del género de drama romántico, que marcan una generación, pero desafortunadamente se queda en otra película más, decente, pero que no llega a sobresalir.
En fin, una oportunidad perdida. La vida de Adèle desde luego no es la vida de Clementine.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Uno de los momentos más fuertes de la historia original es cuando los padres de Clem enfurecen al descubrir que su hija mantiene una relación con otra chica. Emma la saca de casa casi a rastras mientras su padre grita histérico: "Si te vas con ella, dejas de ser mi hija". Clem tardaría más de diez años en volver a hablar con su madre. Resulta increíble que ese episodio sea completamente omitido en la película.
Y es que, además, la eliminación de parte de la historia deja varias lagunas en el argumento, tramas inconclusas. Como ya he dicho al principio, están los padres de Adèle, que desaparecen sin ninguna explicación a mitad de la cinta. Lo mismo ocurre con la que es, en el momento en el que conoce a Adèle, la novia de Emma, Sabinne, otro personaje que también deja la historia sin más. O el breve papel del que se supone es el mejor amigo de Adèle, Valentín, del que tampoco volvemos a saber nada. En mi opinión, cualquiera de estas líneas es más importante que mostrar el día a día en las aulas del instituto, en la primera mitad, o en el colegio en el que Adèle, ya de adulta, trabaja de maestra. Hay mucha escena repetitiva ahí, rellenando metraje, y por otro lado quedan cabos sueltos. Kechiche no ha sabido (o no ha querido) llevar de forma correcta El Azul Es un Color Cálido al cine.
Cierto es que hay algunas secuencias impactantes, y destaco la pelea entre Adèle y Emma que ocurre hacia el final de la película, dura e intensa, casi desgarradora, gracias a Lea Seydoux y Adèle Exarchopoulos, que están magníficas aquí y durante toda la película, construyendo unos personajes y una relación tan creíbles que hacen que realmente duela ver cómo termina. Esta escena es, junto a alguna otra, como el primer encuentro entre Adèle y Emma o el enfrentamiento con las compañeras de instituto, el ejemplo perfecto de lo que ocurre cuando Kechiche aprovecha el contenido de esta extraordinaria novela gráfica y da una idea de lo que podría haber sido el filme.
De la misma forma, lo peor viene cuando se separa completamente de la historia y personajes originales, especialmente lo que respecta al desenlace: el final dramático y emotivo es reemplazado por una escena que acaba la cinta sin concluir nada; y nos deja un mensaje (y una sensación) completamente diferente a la de la obra de Maroh.
Prácticamente todo lo bueno que tiene la película se lo debe (además de a las actrices principales) a Julie Maroh, por lo que me resulta increíble que Kechiche ni siquiera la mencionara en su discurso cuando recogió la Palma de Oro.
En definitiva, como ya he dicho, la que tenía que haber sido la película dentro del género de drama romántico que marcara una generación, con un impacto en la cultura popular como el que han tenido Love Story y Titanic, se queda en otra película más.
Aspectos negativos: La sensación que transmite de ser un reflejo de las fantasías del director. Pésima como adaptación, desaprovecha mucho material, incluyendo escenas enteras con un gran potencial que son completamente omitidas y algunas subtramas que quedan inconclusas. Final anodino, muy alejado del original. E injustificable cambio de nombres y título.
Aspectos positivos: Las actrices protagonistas. Ciertas partes están realmente bien, sobre todo las escenas que plasman fielmente la novela gráfica.
Puntuación: 6
Y es que, además, la eliminación de parte de la historia deja varias lagunas en el argumento, tramas inconclusas. Como ya he dicho al principio, están los padres de Adèle, que desaparecen sin ninguna explicación a mitad de la cinta. Lo mismo ocurre con la que es, en el momento en el que conoce a Adèle, la novia de Emma, Sabinne, otro personaje que también deja la historia sin más. O el breve papel del que se supone es el mejor amigo de Adèle, Valentín, del que tampoco volvemos a saber nada. En mi opinión, cualquiera de estas líneas es más importante que mostrar el día a día en las aulas del instituto, en la primera mitad, o en el colegio en el que Adèle, ya de adulta, trabaja de maestra. Hay mucha escena repetitiva ahí, rellenando metraje, y por otro lado quedan cabos sueltos. Kechiche no ha sabido (o no ha querido) llevar de forma correcta El Azul Es un Color Cálido al cine.
Cierto es que hay algunas secuencias impactantes, y destaco la pelea entre Adèle y Emma que ocurre hacia el final de la película, dura e intensa, casi desgarradora, gracias a Lea Seydoux y Adèle Exarchopoulos, que están magníficas aquí y durante toda la película, construyendo unos personajes y una relación tan creíbles que hacen que realmente duela ver cómo termina. Esta escena es, junto a alguna otra, como el primer encuentro entre Adèle y Emma o el enfrentamiento con las compañeras de instituto, el ejemplo perfecto de lo que ocurre cuando Kechiche aprovecha el contenido de esta extraordinaria novela gráfica y da una idea de lo que podría haber sido el filme.
De la misma forma, lo peor viene cuando se separa completamente de la historia y personajes originales, especialmente lo que respecta al desenlace: el final dramático y emotivo es reemplazado por una escena que acaba la cinta sin concluir nada; y nos deja un mensaje (y una sensación) completamente diferente a la de la obra de Maroh.
Prácticamente todo lo bueno que tiene la película se lo debe (además de a las actrices principales) a Julie Maroh, por lo que me resulta increíble que Kechiche ni siquiera la mencionara en su discurso cuando recogió la Palma de Oro.
En definitiva, como ya he dicho, la que tenía que haber sido la película dentro del género de drama romántico que marcara una generación, con un impacto en la cultura popular como el que han tenido Love Story y Titanic, se queda en otra película más.
Aspectos negativos: La sensación que transmite de ser un reflejo de las fantasías del director. Pésima como adaptación, desaprovecha mucho material, incluyendo escenas enteras con un gran potencial que son completamente omitidas y algunas subtramas que quedan inconclusas. Final anodino, muy alejado del original. E injustificable cambio de nombres y título.
Aspectos positivos: Las actrices protagonistas. Ciertas partes están realmente bien, sobre todo las escenas que plasman fielmente la novela gráfica.
Puntuación: 6