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Argentina Argentina · San Luis
Voto de Ceferino:
7
Drama Suecia, mediados del siglo XIV. La Peste Negra asola Europa. Tras diez años de inútiles combates en las Cruzadas, el caballero sueco Antonius Blovk y su leal escudero regresan de Tierra Santa. Blovk es un hombre atormentado y lleno de dudas. En el camino se encuentra con la Muerte que lo reclama. Entonces él le propone jugar una partida de ajedrez, con la esperanza de obtener de Ella respuestas a las grandes cuestiones de la vida: la ... [+]
11 de abril de 2024
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El séptimo sello.

En el día de ayer me embarqué a la propuesta de realizar un paseo por la filmografía del director nacido en Suecia, Ingmar Bergman, arrancando mi visionado con "Persona", un largometraje que me dejó realmente impactado por su hermoso guion y gran puesta en práctica llevada a cabo por unas actuaciones que le ponen el pecho y el corazón a esa experiencia audiovisual.

Hoy, es el turno de "El séptimo sello", en el que el cineasta deja planteados sus interrogantes existenciales sobre todo aquel misticismo que rodea a la propia humanidad, aventurándose en una alegoría acerca de nuestros propios miedos a lo desconocido y paradójicamente la necesidad de aferrarse a modo de creencia también a lo desconocido.

La desesperanza de la fé y lo atractivo y seductor de la muerte, la compasión del diablo y la irá de Dios, bajo la polisemia de lo que puede representar esta obra del sueco, se va tallando minuciosamente alrededor de su basto elenco la visión y así mismo las propias preguntas que se hace el director acerca de la existencia de Dios y que hay más allá de la muerte.

Es interesante como el director va administrando en base a la continuidad del desarrollo de su narración, que conlleva la apertura cada vez más amplia de su cantidad de actores, el trazado de paralelismo entre la religión y el pavor que puede reflejar el pensamiento hacia la muerte, a la vez de experimentar la certeza que rodea a ambas, siendo lo único seguro que tenemos como humanidad en este proceso que es la vida.

Bergman nuevamente se apoya en la referencia de la profesión de ser actor para contar de una manera bastante particular su historia, que por momentos se torna de estilo hilarante, teatral e histriónico de modo más que certero en el tratado direccional de su elenco.

Admitiré que este apartado actoral no me ha convencido tanto como la propia película suya en la que incursioné anteriormente, acusando que en esta el desarrollo se lo cargan a sus responsabilidades actores hombres, habiendo conectado empáticamente más a modo personal con "Persona", el cual es llevada en su totalidad por actrices, otorgándole quizás, bastante más sensibilidad con la que pude conectar más afectivamente a lo que estaba contando.

Párrafo aparte para la actuación de Bengt Ekerot, personificando de forma muy tétrica y perturbadora a La Muerte, representación que, a juzgar por su época, debe haber causado aún más inquietud, dejando en claro que el sueco de esta manera le da una incursión más que efectiva al género de terror.

Una cinta con un progreso que va tejiéndose lentamente y del que parece nada lo apura, para ir contorneando de a poco a sus intérpretes e ir consolidando su relato con trazos espirituales y religiosos en los que se entremezcla la realidad, la ficción, el credo y las preguntas de las cuáles, probablemente, nunca obtengamos respuestas.

Calificación: 7.3
Ceferino
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