No olvidemos que Peter Jackson empezó en el cine gore más visceral, y bueno, en ese tipo de cine los excesos son lo que piden los fanáticos. Su homenaje al clásico de Cooper y Schoedback es bastante bueno y por momentos, gracias al adelanto de este siglo, supera sin duda en espectacularidad muchas secuencias del filme de 1933. Pero, a lo bueno generalmente no le sobra nada y Jackson en este remake linda los límites de lo excesivo. Para empezar, le sobra metraje (Peter, ¿eran necesarias 3 horas?), le sobran algunas secuencias gore no aptas para nadie (los insectos y bichos de la isla), le sobran minutos en esa isla que, muy bien fotografiada, de tanto verla nos parece falsa; en fin, le sobran secuencias casi grotescas como el patinaje de Kong en el central park o los primeros planos de Ann / Naomi con su rostro compungido por el monito (yo he contado hasta 10 secuencias en ese plan). Pero, siendo la película de antaño insuperable a pesar de sus pobrezas técnicas, la de Jackson tiene sin duda momentos notables como la secuencia final de Kong en Nueva York, o la irrupción del gorila en la fortaleza buscando a su rubia debilidad. Lo que sí me parece absurdo es despreciar a dos buenos actores como Jack Black y Adrien Brody en dos papeles sin mayores matices. Cualquier actor de segunda pudo tener el mismo rol e igual nadie se iba a acordar. En cambio, Naomi Watts supera sin duda a Fray Wray aunque la mejor "chica Kong" sin duda fue Jessica Lange en ese esperpento de John Guillermin de 1976. Su sexualidad fue algo único y sin duda allí si entendemos por qué el monito se puso tan calentón con alguien tan ajeno a su especie (y tamaño, me entienden). "King Kong" es una buena película de aventuras, donde quizá quien debió llevarse todo el mérito fue el técnico de computadoras que creó un gorila tan creíble, conmoviendonos incluso con expresiones y reacciones absolutamente reales. Sin duda un buen filme de aventuras y punto.