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Voto de carloslamole:
8
Terror Regan, una niña de doce años, sufre fenómenos paranormales como la levitación o la manifestación de una fuerza sobrehumana. Su madre, aterrorizada, tras someter a su hija a múltiples análisis médicos que no ofrecen ningún resultado, acude a un sacerdote con estudios de psiquiatría. Éste, convencido de que el mal no es físico sino espiritual, cree que se trata de una posesión diabólica, y decide practicar un exorcismo... Adaptación de la ... [+]
4 de septiembre de 2007
12 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
El tema de las posesiones nunca había sido llevado con seriedad al cine, básicamente porque creo que es un tema controversial especialmente para los católicos. La novela de William H. Blatty es realmente buena y la puesta en escena de Friedkin recoge el espíritu del autor, quien me parece al principio colaboró en el guión. Es una película fuerte, más allá de toda la parafernalia demoníaca contada hasta la saciedad (la levitación, los vómitos, la masturbación con el crucifijo, el giro de 360º de la cabeza de Regan, etc, etc.), básicamente porque enfrenta al maligno contra seres humanos. El padre Karras es un sacerdote abrumado por una gran culpa y el exorcista Lankester Merrin es un hombre que ha puesto su fe en prueba tantas veces que ahora es un hombre agotado moral y físicamente. Esos dos hombres, revestidos tan solo de su fe en Dios, deben tratar de salvar a una niña de las garras del demonio. Ciertamente es una historia dura y Friedkin la enfrenta con contundencia. La presencia del demonio no es soterrada, es constante y, por momentos, absolutamente abrumadora, pero al mismo tiempo es una historia de amor, sí, de amor de dos sacerdotes por una pequeña y de los sacrificios que son capaces de asumir por salvarla del demonio. No voy a usar el cliché de decir que es el clásico enfrentamiento del bien contra el mal, porque en ningún momento Karras y Merrin son mostrados como seres perfectos, pero si son hombres que vencen sus demonios interiores para dar cara al mal. La atmosfera gris, húmeda, angustiante, es otro de los puntos altos de la película, así como la música particularmente ominosa. Las escenas de posesión tan comentadas son ciertamente puntos altos de la película, pero creo que el miedo que destila este film tiene mucho que ver con nuestras propia percepción de si creemos en el mal y su personificación en un demonio. Grandes actuaciones de Jason Miller (Karras), Ellen Burstyn (la mamá de la posesa), Max Von Sydow (Merrin) y la pequeña Linda Blair como Regan. No es un film fácil de digerir y con todos los años transcurridos conserva absolutamente toda su potencia.
carloslamole
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