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España España · malaga
Voto de alcaide:
3
Comedia El Almirante Haffaz Aladeen (Baron Cohen), un dictador antioccidental, arriesga su vida con tal de evitar el establecimiento de la democracia en Wadiya, un país norteafricano con recursos petrolíferos. Su más fiel consejero es su tío Tamir (Ben Kingsley), Jefe de la Policía Secreta, Jefe de Seguridad y Proveedor de Mujeres. Por desgracia para Aladeen y sus consejeros, Occidente ha empezado a inmiscuirse en los asuntos de Wadiya, país ... [+]
15 de julio de 2012
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sacha Baron Cohen es uno de los tipos más peculiares del cine reciente, sus irreverentes personajes fueron todo un éxito en la televisión británica a finales de lo 90, su salto a la grán pantalla era cuestión de tiempo y en 2002 aterrizó en las salas con "Ali G", un comienzo poco prometedor que por suerte se enderezó 4 años después con la excelente "Borat", el periodista Kazajo machista, xenófobo y tan excesivo que hasta el término se le quedada corto, era toda suerte de película planificada como falso documental de cámara oculta que realmente confundía al espectador, uno no sabía si lo que veía era real o montaje, pero en cualquier caso era una película de lo más certera y sobre todo, brutalmente divertida.

El idilio se mantuvo en 2009 con "Bruno", cierto que con menos mordiente, pero el formato seguía siendo el mismo que en "Borat", justamente creo que esa es la clave del éxito de estos 2 filmes y es precisamente ahí donde "Ali G" y "El dictador" fracasan, porque en su enfoque de comedia de ficción, no conectan con el espectador, pierden su afecto, la sal gruesa y lo políticamente incorrecto se mantienen, pero sin el filtro de realidad aparente de sus anteriores apuestas, sin la intensidad de aquellas, su interés queda practicamente difuminado.

Es una pena la verdad, porque se esperaba este título con la misma ilusión a la que Baron Cohen nos había acostumbrado, siceramente el actor me resulta de los más simpático, creo en su enorme potencial y es evidente que la industria también confía en el, basta con ver la cantidad de caras famosas entregadas a su causa y los medios puestos a la disposición de su general Aladeen, un dictador que haría sonrojar al mismísimo Kim Jong-il, al que por cierto, está dedicado el film.

Como detalle, el palacio que vemos en el ficticio reino de Wadiya, es en realidad la Plaza de España de Sevilla, el rodaje estuvo un par de semanas en nuestro país recreando ese falso oásis en el norte de África.

Se ha esfumado por tanto algo de confianza en el tándem formado por Larry Charles, director y Sacha Baron Cohen, actor y guionista, esperemos que su próxima apuesta consiga reverdecer viejos laureles y nos devuelva su mejor versión, se me ocurre para ello que una secuela de Borat no estaría nada mal, creo que a todos nos supieron a poco sus aventuras.
alcaide
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