Horrible película con la que se despidió de la profesión el mítico y no excesivamente prolífico Luis G. Berlanga. Partía de un argumento que sin borderías de fondo hubiera podido dar unos resultados menos despreciables. Pero en la película impera una vulgaridad tremenda y el veterano director tampoco se luce precisamente en el aspecto técnico. Los componentes del muy irregular reparto no pueden lucirse en ningún momento dada la falta de interés de los personajes y los nefastos diálogos que pronuncian. Es una película fea y cargante. La mejor época de Berlanga fue sin duda la década de los 60. Una vez terminada esa década un sentido del humor vulgar y estridente se apoderó de sus películas. Un ejemplo de ello fueron los "pelos de coño" de "La escopeta nacional". En resumen es una obra que aparte de aburrimiento sólo puede producir una amarga nostalgia.