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Voto de Vagabundoespiritual:
5
6.3
4,396
Drama. Comedia. Fantástico
Una muñeca hinchable de tamaño natural vive en un modesto piso de Tokio. Es la única compañía de su solitario amo, un hombre de mediana edad. Él le habla, la baña y le hace el amor cada día cuando vuelve del trabajo. Sin embargo, esta rutina se rompe cuando, de repente, la Muñeca Hinchable cobra vida y con ella un alma. Acaba de nacer y no entiende lo que ocurre a su alrededor, aunque se da cuenta de que existe otro mundo más allá de ... [+]
25 de febrero de 2011
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Air Doll, la película de Hirokazu Koreeda que adapta a la pantalla grande el manga de Yoshiie Goda “La figura neumática de una chica”, transita peligrosamente durante todo su metraje entre la genialidad y el tedio, entre lo poético y la reiteración. Lo cual hará que para algunos estemos ante una autentica obra maestra del cine y para otros una insufrible y pedante historia.
Cuando nuestra protagonista, una muñeca hinchable, cobra vida, arranca esta fábula “metafórico-fantástica” sobre la condición humana. Al inicio de la película nuestra muñeca adquiere corazón y por consiguiente conciencia de sí misma y del mundo que la rodea, el cual contempla con la mirada ingenua de una niña (todo se ve de forma distinta cuando se está enamorado). Nuestra protagonista sale de casa a conocer ese mundo maravilloso y enigmático que la rodea, conociendo en su periplo a una serie de personas que muestran cómo el mundo hiperdesarrollado y tecnificado ha vuelto al hombre en un ser vacío, sólo y con miedos (como si fueran muñecos de plástico).
Durante todo el metraje (excesivo hasta la extenuación en mi opinión y el gran lastre de esta película) se contrapone la existencia vacía y sin sentido de los humanos con la plenitud y asombro de nuestra muñeca una vez adquiere corazón. Koreeda plantea cuestiones tan importantes como la naturaleza humana, el sentido de la vida, el paso del tiempo y cómo el hecho de vivir conlleva ineludiblemente a la muerte.
Todo el film está rodado de forma exquisita, poética, con mimo (contando con una gran planificación y fotografía), pero que desgraciadamente no han sabido rematar la faena en la sala de montaje, pues se reincide en situaciones de forma excesiva y se alargan otras provocando que el ritmo sea excesivamente lento (que no pausado).
Mención especial merece todo el reparto, dando una lección de interpretaciones contenidas e introspectivas, sin artificios ni pirotecnia. Sobresaliendo de forma portentosa la actriz surcoreana Bae Doo-na, ella sola con sus pequeños gestos, sus miradas, su sonrisa e incluso con su quietud (por momentos es difícil diferenciar la muñeca real de la actriz haciendo de la misma) es capaz de atrapar al espectador y mantenerlo absorto (incluso en los momentos de hastío).
En el spoiler se mencionan situaciones del film.
Cuando nuestra protagonista, una muñeca hinchable, cobra vida, arranca esta fábula “metafórico-fantástica” sobre la condición humana. Al inicio de la película nuestra muñeca adquiere corazón y por consiguiente conciencia de sí misma y del mundo que la rodea, el cual contempla con la mirada ingenua de una niña (todo se ve de forma distinta cuando se está enamorado). Nuestra protagonista sale de casa a conocer ese mundo maravilloso y enigmático que la rodea, conociendo en su periplo a una serie de personas que muestran cómo el mundo hiperdesarrollado y tecnificado ha vuelto al hombre en un ser vacío, sólo y con miedos (como si fueran muñecos de plástico).
Durante todo el metraje (excesivo hasta la extenuación en mi opinión y el gran lastre de esta película) se contrapone la existencia vacía y sin sentido de los humanos con la plenitud y asombro de nuestra muñeca una vez adquiere corazón. Koreeda plantea cuestiones tan importantes como la naturaleza humana, el sentido de la vida, el paso del tiempo y cómo el hecho de vivir conlleva ineludiblemente a la muerte.
Todo el film está rodado de forma exquisita, poética, con mimo (contando con una gran planificación y fotografía), pero que desgraciadamente no han sabido rematar la faena en la sala de montaje, pues se reincide en situaciones de forma excesiva y se alargan otras provocando que el ritmo sea excesivamente lento (que no pausado).
Mención especial merece todo el reparto, dando una lección de interpretaciones contenidas e introspectivas, sin artificios ni pirotecnia. Sobresaliendo de forma portentosa la actriz surcoreana Bae Doo-na, ella sola con sus pequeños gestos, sus miradas, su sonrisa e incluso con su quietud (por momentos es difícil diferenciar la muñeca real de la actriz haciendo de la misma) es capaz de atrapar al espectador y mantenerlo absorto (incluso en los momentos de hastío).
En el spoiler se mencionan situaciones del film.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Al ralentizar en exceso la historia, reiterando y subrayando situaciones o prolongando innecesariamente otras (cómo en el caso del hinchado de la muñeca en la parte final o ciertos paseos por la ciudad), se diluye la capacidad de atención y se impide afianzar la empatía por unos personajes llenos de matices. Dicho lo cual, creo que hay que destacar momentos sublimes que quedarán grabados en la retina del espectador, o bien por su belleza visual o bien por su transcendencia.
El momento en el que la protagonista va a la fábrica donde producen las muñecas hinchables y habla con su creador sobre su naturaleza y sentido, no teniendo este las respuestas, sino al contrario más preguntas. Lo cierto es que creo que a nadie escaparán las similitudes de esta situación y la que se produce en la obra de Ridley Scott, Blade Runner.
Genial es el instante donde la muñeca se enfrenta a su dueño cuando esta descubre que ha sido reemplazada por un modelo nuevo y este le espeta que le gustaría que volviera a ser como antes (es decir, de plástico, vacía, sin corazón, sin sentimientos, sin anhelos) y no como una mujer de verdad como es ahora, ya que las mujeres reales son muy complicadas.
En varias ocasiones nuestra protagonista es consciente de su condición de sustituta y nos hace saber que su finalidad es únicamente proporcionar el placer que otros no quieren compartir, así cuando el viejo que le habla de la vida y la muerte que conoce en el parque le pide que le toque, ella inmediatamente se inclina por su sexo, mientras él le corrige llevándole su mano a la frente, mostrándole que lo que le interesa de ella no es la inmediatez de la su carne (o incorruptible plástico), sino su esencia.
También mencionar por su fuerza visual y su belleza implícita, el instante en el que ella inhala el aire del que está hinchada, que no es otra cosa que el aliento del compañero que ha perdido. Alusión clara al recuerdo y sensaciones que nos quedan de nuestros seres queridos y a las cuales nos aferramos.
Es cierto que todo esto suena a melancólico y dulzón que no se puede aguantar, pero el motivo radica en la lentitud del film, pues “la música de fondo”, el sentido último de cada fotograma es absolutamente maravilloso. Lástima que el señor Koreeda no haya sido capaz de sintetizarlo.
Para terminar me gustaría resaltar lo curioso de que algunos de los personajes de la película, llenen sus vacías y miserables vidas con las vidas de los personajes que ven en las películas que alquilan en el video club donde trabaja por el día nuestra muñeca. Viviendo muy probablemente a través de esos personajes ficticios las vidas que a ellos les gustaría.
Al igual que Koreeda, vuelvo a reiterarme en lo dicho: película visualmente maravillosa, preciosista en detalles, de profundo mensaje y exceso de metraje para mostrar tal cual somos los humanos. Tal vez si los 116 minutos de la película hubieran sido 90 en estos momentos os habría hablando de una obra maestra del cine.
El momento en el que la protagonista va a la fábrica donde producen las muñecas hinchables y habla con su creador sobre su naturaleza y sentido, no teniendo este las respuestas, sino al contrario más preguntas. Lo cierto es que creo que a nadie escaparán las similitudes de esta situación y la que se produce en la obra de Ridley Scott, Blade Runner.
Genial es el instante donde la muñeca se enfrenta a su dueño cuando esta descubre que ha sido reemplazada por un modelo nuevo y este le espeta que le gustaría que volviera a ser como antes (es decir, de plástico, vacía, sin corazón, sin sentimientos, sin anhelos) y no como una mujer de verdad como es ahora, ya que las mujeres reales son muy complicadas.
En varias ocasiones nuestra protagonista es consciente de su condición de sustituta y nos hace saber que su finalidad es únicamente proporcionar el placer que otros no quieren compartir, así cuando el viejo que le habla de la vida y la muerte que conoce en el parque le pide que le toque, ella inmediatamente se inclina por su sexo, mientras él le corrige llevándole su mano a la frente, mostrándole que lo que le interesa de ella no es la inmediatez de la su carne (o incorruptible plástico), sino su esencia.
También mencionar por su fuerza visual y su belleza implícita, el instante en el que ella inhala el aire del que está hinchada, que no es otra cosa que el aliento del compañero que ha perdido. Alusión clara al recuerdo y sensaciones que nos quedan de nuestros seres queridos y a las cuales nos aferramos.
Es cierto que todo esto suena a melancólico y dulzón que no se puede aguantar, pero el motivo radica en la lentitud del film, pues “la música de fondo”, el sentido último de cada fotograma es absolutamente maravilloso. Lástima que el señor Koreeda no haya sido capaz de sintetizarlo.
Para terminar me gustaría resaltar lo curioso de que algunos de los personajes de la película, llenen sus vacías y miserables vidas con las vidas de los personajes que ven en las películas que alquilan en el video club donde trabaja por el día nuestra muñeca. Viviendo muy probablemente a través de esos personajes ficticios las vidas que a ellos les gustaría.
Al igual que Koreeda, vuelvo a reiterarme en lo dicho: película visualmente maravillosa, preciosista en detalles, de profundo mensaje y exceso de metraje para mostrar tal cual somos los humanos. Tal vez si los 116 minutos de la película hubieran sido 90 en estos momentos os habría hablando de una obra maestra del cine.