Yo voy al cine fundamentalmente a pasárselo bien.
Teniendo eso en cuenta -es decir, entendiendo que todo el sector gafapastil e intelectualoide debería saltarse olímpicamente mi(s) crítica(s)- Lo que ofrece esta película es un drama que se recrea sádicamente en los aspectos más desagradables de determinados sectores de la sociedad, alutinándolos todos en el pellejo de la pareja protagonista.
Ignoro el propósito de semejante barbaridad pero, honestamente, me importa un carajo.
La película está bien rodada y bien interpretada, y técnicamente es una buena o incluso muy buena película; pero señores y señoras, señoritos y señoritas, a mí ese cine de desgracias y denuncias sociales sin nada más que el drama por el drama, me la trae al fresco.