Confirmado que no es, ni por asomo, la basura que dijeron que era cuando se estrenó hace un par de años. También es cierto que en dicha época se vendió como una película de terror cuando evidentemente no lo es, pero eso se hace tanto hoy en día, por desgracia, que no es precisamente algo que me sorprenda. Como siempre digo, el que sale perdiendo es el filme, en este caso Fantasy Island, porque al fin y al cabo el espectador es quien al terminar de verlo lo califica y expone su opinión en cualquier página, como Filmaffinity, y ya se desata el rechazo. Y en caso de que tal espectador sea un crítico profesional...ya ni hablamos. Destaco esto por el hecho de que en su día escuché y leí reseñas poniendo a parir esta cinta, y claro, después de verla no tengo la sensación de haber visto el truño que decían. Bueno, ya terminé (de una vez) mi introducción, ahora viene lo bueno. La trama que propone el metraje es curiosa debido a que esta contiene elementos del cine fantástico. Con el pasar de los minutos, nos vamos dando cuenta de que estamos ante un thriller con aceptables toques de comedia negra. La ambientación funciona y consigue que la isla sea el verdadero protagonista. Buena fotografía, la cual nos muestra cada rincón de ese paradisíaco lugar. Los personajes son muy olvidables, aunque por lo menos no llegan a caer mal. Siendo justos, no les podemos pedir mucho, ya que el guion no les permite brillar, así que el reparto no cuenta con la oportunidad de destacar, más claro imposible. Desde luego, el aire de misterio envuelve cada escena del filme. No obstante, se notan varias incongruencias que provocan un importante desmadre. Puede que la falta de ideas de los guionistas haya ocasionado lo último mencionado porque si no, no se entiende. Lo cierto es que Fantasy Island es una propuesta rara desde el principio y hasta puede resultar absurda si no casas con la premisa inicial. Por ello, no le pidas peras al olmo y sé consciente de lo que vas a ver.