Volviendo con el infravalorado cine australiano, nos metemos en la piel de 3 personas que pasan una auténtica pesadilla mientras están sobre las ramas de un árbol durante muchas horas porque un agresivo y astuto cocodrilo ha volcado su pequeña embarcación.
Un film que recuerda (y mucho) a El arrecife (otra película australiana despreciada) y a Open Water. Y es que todos ellos están basados en casos reales y el terror que trasmiten es más psicológico que visual.
Hablando ya de esta cinta, durante 90 minutos somos testigos de una historia sencilla que funciona bastante bien. El cocodrilo apenas sale, pero el temor de pensar que está ahí ya es destacable. Los personajes hacen unas buenas interpretaciones y demuestran ese miedo. Luego están los momentos en los que el animal aparece para dar algún susto o para perseguir a alguien.
El realismo que transmite la película es encomiable porque consigue un suspense y una tensión altísimos. El caso es que nos sentimos como si fuéramos los propios personajes, ya que sentimos su angustia, desesperación y drama.
La recomiendo para aquellos a los que les gustan las pelis sobre animales asesinos y para los que quieran ver algo realista. Ojo a la inteligencia que muestra el feroz cocodrilo...