Sinceramente me esperaba algo más de esta película sabiendo de que está producida por Guillermo del Toro. No mucho, pero un poco más sí. La cinta está muy bien ambientada y recuerda a It en muchos aspectos. Principalmente en que el guion se centre sobre unos adolescentes que viven en un pueblo donde prácticamente todo el mundo se conoce. Los jóvenes sin querer se ven envueltos en una ola de inusuales acontecimientos. Cada uno de los miembros del grupo tiene que huir de los hechos que relatan las historias amenazantes de un misterioso libro. Los seres maquiavélicos que aparecen dan el pego, sobre todo el espantapájaros y la segunda aparición. Los sustos sin ser para nada inquietantes, sobresaltan los sentidos. Los personajes carecen de aprecio que nos haga a los espectadores interesarnos por ellos. De dicho defecto no se salva NADIE. Hay momentos que hacen parecer a la peli una de comedia negra en vez de una de terror. Historias de miedo para contar en la oscuridad es una semiproducción de terror, o una producción de semiterror. Llamadla como os de la gana. A ver si esta pequeña decepción se me pasa el próximo finde cuando vuelva al cine para ver un nuevo estreno.