Típica comedia romántica de navidad que suele poner a su protagonista en la disyuntiva de elegir entre los mismos tópicos opuestos: pueblo pequeño o suburbio vs. gran ciudad; empleo idílico de relación directa con gente sencilla vs. trabajo competitivo y altamente lucrativo; relación amorosa natural vs. relación de conveniencia comercial y social (aunque esto no está presente en esta película); paisajes bucólicos y naturales vs. hormigón, smog y asfalto; familia vs. socios de producción.
Estas películas suelen tener decoraciones navideñas recargadas y mucha luz y colorido, tanto en interiores como en ambientes públicos. Provienen en su mayoría de un par de productoras o canales. Son destinadas a pasarse por TV (y ahora por streaming) y un par de nombres de directores son recurrentes. En el reparto suele figurar alguna estrella en sus horas bajas y el resto son actores y actrices poco conocidos. No es el caso en ésta: no hay nombres conocidos internacionalmente.
Algo que diferencia a “My Christmas Inn” de otras obras de su especie está en el biotipo de la protagonista: ni esbelta, ni caucásica, ni muy joven. Muy acorde con lo que se considera políticamente correcto en la actualidad.
Sin embargo, obviando lo anterior, el problema parece estar en que la mayor parte del peso de la película recae sobre ella y casi siempre luce fría, desangelada. El espectador debe creer que es simpática y adorable más por lo que dicen de ella los demás personajes que por lo que puede apreciar en sus acciones y gestos.
“My Christmas Inn” se limita a cumplir con el esquema ya visto muchas veces.