Floja película, que tiene un desarrollo excesivamente convencional, un final demasiado previsible y un planteamiento muy simplista: el de un joven (lacayo habitual y mamporrero ocasional) que es capaz de renunciar a todo por cumplir su sueño. Además, el desenlace se produce de forma demasiado abrupta y todo se resuelve en unos segundos... para obtener el final feliz que los espectadores desean presenciar.

Michael J. Fox no está tan cómico como en otros trabajos suyos de la época, aunque cumple bien con el rol de 'chico listo' que se hace con la 'chica guapa' de la peli (una Gabrielle Anwar bastante limitada a la hora de interpretar su papel y poco dotada a la hora de cantar... aunque los desvergonzados primeros planos de su culo intentan elevar el interés del espectador).

La película, en líneas generales, parece estar más interesada en mostrar las claves del 'american way of life' (en el que todo y todos tienen un precio) y el 'self made man' (ese que llega a la fama partiendo desde unos orígenes muy humildes) que de explorar las relaciones personales de sus protagonistas: lo importante en el film no es tanto contar la historia de amor que no parece que vaya a salir bien, sino exponer la eterna persecución del sueño americano (el éxito, la fama y la riqueza)... con todos los tópicos que suelen acompañarlo.