Para explicar el notable trabajo de este film no hace falta una fundamentación sino una descripción, y lamentablemente en este espacio la descripción se queda corta. Con lo que queda confirmado su aspecto preciosista, me remito a la historia o a la trama que es lo primordial y es lo más destacable de esta producción. Pero la historia no engancha desde el primer momento pero desde el comienzo el film se siente respaldado por la estética y los diálogos de los personajes que acentúan más y más su carácter en el transcurso del tiempo. Y esto es digno de mención en un film de marco oriental, es cuando muestra su cultura. Los norteamericanos se vanaglorian en su historia por su patriotismo, en cambio la cultura oriental siempre lo hace en el marco del honor. Y dentro del tema del honor son tantas las historias que pueden relatar.
Por último deseo advertir a los fanáticos de las artes marciales que crean que van a mirar un film de Jet Li como están acostumbrados se llevarán una agradable sorpresa, la coreografía esta bien cuidada, pero no es un film de artes marciales.