"Orfeo" de Jean Cocteau adapta al celuloide el mito griego de Orfeo con una maestría que sólo un poeta-artista puede lograr.

El film, rodado en 1950, sin hacer uso de recursos tecnológicos, recrea la fantasía de una forma tan obvia pero fascinante, que sigue deslumbrando al espectador contemporáneo.
El metraje esta lleno de metáforas que se han usado posteriormente en películas de ciencia-ficción o terror: los espejos, las manos, la mezcla indistinguible del mundo de los muertos y vivos,etc.

El guión es una delicadeza repleta de poesía que podría escucharse una y otra vez, y hacerte pensar y repensar los temas que preocupan desde la antigüedad al hombre: el amor, la muerte, la fama, la justicia, etc.

Una pieza de arte redonda no apta para todos y recomendable para quienes sobre todo entienden el cine como un arte, no como una distracción.