Pues ni tan buena ni tan mala: entretenida y correcta nada más. Las interpretaciones son muy buenas, destacando a Gene Hackman (nefasto ha de ser un guión para que este tio lo haga mal), y el diseño de producción excelente junto a una fotografía del todo adecuada, logran imprimir al producto una sensación de surrealismo del todo acorde con el argumento.
Los mejores gags son pequeños detalles como los taxis "gipsy cab" (que hacen honor a su nombre), o la decoración esperpéntica del piso del personaje de Owen Wilson, entre otros.
Por el lado negativo destacar que se trata de una peli de Wes Anderson, o sea que apenas nos cuenta nada y ese poco es del todo inverosímil y narrado de una forma extraña y cansina. Aunque he de reconocer que es la primera peli de este señor que me gusta, también diré que podría matarse un poco más en el desarrollo de los personajes.
Recomendable como curiosidad y entretenimiento -y nada más que eso- , pese a la disparidad de criterios habida, en la que por un lado puede parecer una obra maestra y por otro una cagada más de este señor. Y ni una cosa ni otra.