Vi por primera vez esta película cuando tenía catorce años, y ahora que tengo diecisiete, la sigo revisando de vez en cuando. Como muchos de vosotros ya habéis dicho antes, no es una película original y tiene una historia un tanto manida, pero aún así, es de esas historias que te calan dentro.
La verdad es que le debo bastante a esta película porque, junto con otros factores, me hizo interesarme por la enseñanza, aunque con catorce años todavía no lo sabía. Ahora con diecisiete y apunto de dejar el bachiller para adentrarme en la universidad, tengo como objetivo convertirme en una especie de John Keating que haga pensar un poco a los chavales por sí mismos.
Así que no tengo mucho más que decir. Le tengo mucho cariño a esta película porque es de esas historias que te hacen ser quien eres, y eso pocas películas lo consiguen.