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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de Ruben:
6
Comedia. Romance En la Francia de los años 20, durante la época dorada del jazz, un mago inglés (Colin Firth) está decidido a desenmascarar a una falsa médium (Emma Stone). Esto desencadenará una serie de hechos mágicos que sacudirán la vida de ambos.
2 de abril de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como admirador de la obra de Allen, he asistido una vez más a su indagación existencial plasmada en la realización de un film. Si es cierto que el cine es, primordialmente, entretenimiento, no menos lo es que en manos de un artista es la expresión de sus búsquedas más profundas.
Entendida así, esta película forma parte de un largo rosario en la obra de Woody Allen que plantea sus dudas existenciales con relación a la existencia de Dios, a la afirmación de una dialéctica materialista, y a la tremenda duda de si todo pasa por la satisfacción de los deseos más degradantes o cabe esperar el significado de algo sublime, que escapa a lo que meramente pueden captar los sentidos humanos.
Esto es lo que plantea la película, disfrazado detrás de una aparente comedia liviana que, no obstante, deja entrever su angustia: Por un lado, sólo engañado se puede creer en que hay algo más; por otro, es posible engañarse a uno mismo y creer en la felicidad.
Yendo a la película en sí, no logra plasmar su dilema como lo hiciera en Crímenes y Pecados, Match Point o Blue Jazmín. No logra en esta ocasión esa profundidad existencial, ese drama vivencias, no intenta o no puede ir al fondo del asunto. Apenas nada en la superficie. Pero en esa superficie, hace gala una vez más de un excelente gusto por contar una historia, de una mano maestra en la dirección de los actores, los que aparecen dando lo mejor de sí, y expone el delicado gusto por una fotografía y una musicalización encantadora.
El gran defecto del film denota, para quienes consideramos la obra de Allen como un todo, una frustración que mantiene al autor estancado en la búsqueda: Al final, la historia se cae, como si la vitalidad exhibida al principio se agotara de súbito, y entonces el epílogo no es más que el compromiso de no llegar a ninguna parte.
Esto se evidencia en la película, y en el contexto del Allen artista-ser humano, parece confirmar esa desesperación de algunos de sus personajes: unos se quedan ciegos (Crímenes y Pecados), otros zafan de sus crímenes y "siguen con su vida" racionalizando (Match Point) y otros se hunden en la locura y la desesperación (Blue Jazmín).
Terminar una película con un final hollywoodense es una muestra de desesperación en la obra de Allen.
Dicho esto, lo interesante de la película estriba en el contexto de su obra. Si no, podría prescindirse de ella.
Ruben
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