La película narra la defensa llevada a cabo por un letrado de un adolescente al que se le va la mano con violentas prácticas sexuales.
El abogado encarnado por el Sr. McConaughey, es el estereotipo de picapleitos barato, pero al que no le tiembla la mano para pedir provisiones de fondos a los mismísimos Ángeles del Infierno o sobornar al algüacil de turno para hacer la pole en la rueda de declaraciones, palmear en el trasero a las funcionarias, ser el rey del bar de copas de moda e incluso despistar a hacienda viviendo en un chamizo inmundo.-

Encima es el padre perfecto, con una hija preciosa y una ex-mujer, Marisa Tomei, con la que se lleva a las mil maravillas, es guapa, simpática, respetan el régimen de visitas y encima, si procede, se acuestán juntos no precisamente para contarle cuentos a la niña.-

De la trama no hay mucho que contar, no me ha parecido especialmente elaborada, y salvo cuatro tecnicismos jurídicos que cuestan de entender, el resto es mas que previsible.

¿Vale la pena verla? En mi opinión es obviable, ahora, la próxima vez que salga el Matthew en las revistas del "cuore" tendrá una mejor caravana, tabla nueva de surf y estará en alguna playa paradisíaca de California cultivando su serrano cuerpo para el próximo anuncio, digooo' película.-