Es un tanto injusto comparar la película de Distrito 9 con Elysium porque no sólo los protagonistas son distintos sino que además no se trata de ninguna secuela y de nada parecido y eso pese a que la factura visual y el drama de denuncia social que propone tengan una misma base común.

Estoy de acuerdo en que la interpretación de Damon no es de las más afortunadas precisamente porque no transmite una empatía con el espectador y que le falta la fuerza y la emotividad que quizás sí tenía Distrito 9, pero discrepo y mucho con los que dicen que el guión o el argumento es malo y que no tiene ninguna calidad, desde luego qué si lo comparamos con guiones que hemos visto en otras producciones en los últimos tiempos no tendríamos nada que objetar...

Yo desde luego que la recomiendo y aunque no es redonda, ni en el aspecto interpretativo, ni quizás en el de la profundidad de personajes o de la problemática que sugiere, supone un gran divertimento que no aburre y que resulta cómo un chaparrón refrescante en la cartelera veraniega de nuestros cines. Le doy un 7,5 el mismo notable qué le di al Distrito 9 y este director por supuesto sigue contando con mi confianza absoluta.