El riquísimo universo de Potter daría para innumerables películas, pero los personajes de carne y hueso están lastrados por el paso del tiempo. Los años pesan ya en muchos de los protagonistas, y la difícil adaptación a la pantalla produce altibajos de ritmo y de satisfacción en el espectador de mediana exigencia.
Sin duda ratifico, como muchos otros, que el nivel de fantasía y de acción ha caído mucho en esta nueva entrega, y que se transforma en una suerte de puente simplemente que enlace con un gran final.
Mención aparte merece la problemática difícil y controvertida de los adolescentes y sus sentimientos, bien reflejado en la pantalla. Pero eso es mérito de la Sra Rowlins, quizás sus libros gusten o no a mucha gente, pero sin duda nadie puede cuestionar su desbordante imaginación y su conocimiento de los avatares del alma de los seres humanos.
EN FIN, a la espera impaciente del desenlace y que cumpla expectativas que no dejen ningún sabor amargo en quienes seguimos las películas, si no con devoción ni fanatismo, pero sí con una gran curiosidad y deseo de ver un buen cine de entretenimiento.