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Voto de Nelder Nei:
3
7.6
118,712
Drama
En un elitista y estricto colegio privado de Nueva Inglaterra, un grupo de alumnos descubrirá la poesía, el significado del "carpe diem" -aprovechar el momento- y la importancia vital de luchar por alcanzar los sueños, gracias al Sr. Keating, un excéntrico profesor que despierta sus mentes por medio de métodos poco convencionales. (FILMAFFINITY)
17 de enero de 2010
109 de 202 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me encantó esta película.
Un profesor consigue encandilar a una generación yanki de estudiantes elitistas con la personalidad sin desarrollar. Les da lecciones sobre la vida, una vida que hay que exprimir al máximo. Les enseña que hay guiarse por el corazón, que hay que serle fiel a las convicciones de uno, y extraer con valentía todo el meollo a nuestra existencia.
El excéntrico y poco convencional profesor que todo el mundo quiere tener.
Estimado alumno: Rompe los libros, recita poemas a gritos y súbete a la mesa para mirar todo desde otra perspectiva. Seguro que ahora te sientes al margen del sistema y comprendes tu potencial para ser feliz siendo tú mismo y siguiendo tus ideales, restándole importancia a las normas que te dicte la sociedad.
¿Profesor de literatura o coach emocional?
Mejor llamarlo capitán, mi capitán.
¿Carpe Diem? ¡Por supuesto!
Pero Carpe Diem no significa "conviértete en un imbécil".
Un profesor consigue encandilar a una generación yanki de estudiantes elitistas con la personalidad sin desarrollar. Les da lecciones sobre la vida, una vida que hay que exprimir al máximo. Les enseña que hay guiarse por el corazón, que hay que serle fiel a las convicciones de uno, y extraer con valentía todo el meollo a nuestra existencia.
El excéntrico y poco convencional profesor que todo el mundo quiere tener.
Estimado alumno: Rompe los libros, recita poemas a gritos y súbete a la mesa para mirar todo desde otra perspectiva. Seguro que ahora te sientes al margen del sistema y comprendes tu potencial para ser feliz siendo tú mismo y siguiendo tus ideales, restándole importancia a las normas que te dicte la sociedad.
¿Profesor de literatura o coach emocional?
Mejor llamarlo capitán, mi capitán.
¿Carpe Diem? ¡Por supuesto!
Pero Carpe Diem no significa "conviértete en un imbécil".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Me encantó ver cómo las lecciones del profesor empezaban a surtir su efecto.
Me encantó ver cómo unos niños ricos conformistas se convertían en valientes y transgresores librepensadores:
Uno se hace llamar Nuwanda a sí mismo y se convierte en el líder del grupo: el listillo que todo lo sabe y todo lo entiende, personaje aborrecible en cualquier películ y que inspira más vergüenza ajena que otra cosa. En un alarde de rebeldía se impone contra las normas del instituto... publicando un absurdo anuncio en el periódico escolar.
¿Rebeldía o pataleta infantil?
Otro acosa a la chica más popular de la comarca a base de poemas que dan lástima. Evidentemente, la chica deja a su novio (el capitán del equipo de fútbol) y se va con él.
¿Realidad o ficción?
Otro ignora los deseos de su padre de convertirse en médico para intentar ser actor. Su padre al final no se lo permite. El chico llora y se suicida de la forma más ridícula posible.
¿Coraje o cobardía?
Otro empieza tonto y acaba más tonto aún...
¡Gracias, capitán!
Me encantó ver a un profesor intentando inculcar en sus alumnos valores como la convicción y la valentía simplemente mencionando palabras como "librepensamiento" o "carpe diem". Me encantó ver cómo ellos utilizaban luego esas palabras a modo de justificación para hacer apología de la inmadurez más ridícula y repugnante que imaginar se pueda. Me encantó ver que esos estudiantes (los que se suponían valientes) no apoyaron a su capitán cuando se hundía el barco, sólo para salvar su propio pellejo.
Eso sí, al final se suben a la mesa, para que quede claro lo rebeldes que son y lo mucho que aprendieron.
¡Oh capitán mi capitán!
Me encantó ese cursi final.
Me encantó tanto que lloré de la risa.
Luego fui a hablar con mi coach emocional y le conté lo mucho que disfruté con esta película y lo mucho que me reí con sus ingenuas lecciones sobre la vida, con sus pedantes incoherencias y con sus bobalicones personajes. Él me dijo que en realidad no comprendí el verdadero mensaje de la historia.
No me extraña, mi profesor de literatura sólo me enseñó a ser gilipollas. Lo otro no valía para nada.
Suspendí a la película en filmaffinity por no haberla entendido, le di las gracias a mi coach emocional diciéndole "oh capitán mi capitán", y me bajé de la mesa para volver a ser el pánfilo que era antes.
Me encantó ver cómo unos niños ricos conformistas se convertían en valientes y transgresores librepensadores:
Uno se hace llamar Nuwanda a sí mismo y se convierte en el líder del grupo: el listillo que todo lo sabe y todo lo entiende, personaje aborrecible en cualquier películ y que inspira más vergüenza ajena que otra cosa. En un alarde de rebeldía se impone contra las normas del instituto... publicando un absurdo anuncio en el periódico escolar.
¿Rebeldía o pataleta infantil?
Otro acosa a la chica más popular de la comarca a base de poemas que dan lástima. Evidentemente, la chica deja a su novio (el capitán del equipo de fútbol) y se va con él.
¿Realidad o ficción?
Otro ignora los deseos de su padre de convertirse en médico para intentar ser actor. Su padre al final no se lo permite. El chico llora y se suicida de la forma más ridícula posible.
¿Coraje o cobardía?
Otro empieza tonto y acaba más tonto aún...
¡Gracias, capitán!
Me encantó ver a un profesor intentando inculcar en sus alumnos valores como la convicción y la valentía simplemente mencionando palabras como "librepensamiento" o "carpe diem". Me encantó ver cómo ellos utilizaban luego esas palabras a modo de justificación para hacer apología de la inmadurez más ridícula y repugnante que imaginar se pueda. Me encantó ver que esos estudiantes (los que se suponían valientes) no apoyaron a su capitán cuando se hundía el barco, sólo para salvar su propio pellejo.
Eso sí, al final se suben a la mesa, para que quede claro lo rebeldes que son y lo mucho que aprendieron.
¡Oh capitán mi capitán!
Me encantó ese cursi final.
Me encantó tanto que lloré de la risa.
Luego fui a hablar con mi coach emocional y le conté lo mucho que disfruté con esta película y lo mucho que me reí con sus ingenuas lecciones sobre la vida, con sus pedantes incoherencias y con sus bobalicones personajes. Él me dijo que en realidad no comprendí el verdadero mensaje de la historia.
No me extraña, mi profesor de literatura sólo me enseñó a ser gilipollas. Lo otro no valía para nada.
Suspendí a la película en filmaffinity por no haberla entendido, le di las gracias a mi coach emocional diciéndole "oh capitán mi capitán", y me bajé de la mesa para volver a ser el pánfilo que era antes.