Versión moderna y actualizada de la novela de Tolstói, adaptada a la actualidad para que podamos entender las férreas costumbres y dificultades que padecían las mujeres a finales del siglo XIX, un intento por adaptar el romanticismo de la literatura y de películas mas antiguas a la modernidad que exige la industria.
Me recordó un poco a la ultima adaptación de El gran Gatsby, un esfuerzo visual de juegos de cámara, no tanto de música moderna, pero los juegos en cámara lenta y parando la imagen, son un recurso cinematográfico que moderniza la excesiva rectitud que rige la literatura. Le aporta frescura aunque he leído en algún sitio que no es una película fiel a la novela.
Es romántica, aunque no es tanto como por ejemplo Cumbres borrascosas. Pero tiene a Keira khightley en el papel protagonista y su belleza, su interpretación, su puesta en escena es lo mejor de la película. Cualquier pecado se le perdona a Anna Karenina si esta escenificada por esta mujer.

La revisión de este clásico presenta un problema aun latente en nuestra sociedad, la libertad de la mujer, la opresión, los estigmas sociales para el sexo débil. Los tiempos han cambiado, pero son herederos de un pasado reciente, como me dijo una vez mi vecina la Sofi, de aquellos barros estos lodos y somos herederos de nuestro pasado, de varias generaciones anteriores.

Aunque no me emocionó la película, me gusto mucho una frase que resume el amor al que están condenados los protagonistas. "No abra paz para nos, solo sufrimiento". y creo que añade que también la mayor felicidad.
Pienso que la pega de esta producción es que Jude Law eclipsa con su interpretación a Aaron Taylor-Johnson y tenia que haber sido otro actor con mas fuerza el que interpretara al amado de Anna.