Reescribiendo las sagradas escrituras es el argumento de esta copia de Mad Max con un duelo protagonista de lujo. Washingoton muy creíble es cualquier papel, tira de oficio y se convierte en un caballero templario con pistola. Es el elegido ¿por que? porque si, porque Dios llevaba mas de dos mil años callado y ya le tocaba hablar e intervenir. Con tanto fondo religioso, que entusiasmará a los creyentes y molestara a los ateos o creyentes de otras religiones, quizás sobra un poco tanta violencia y falta mas guion.
La parte final de la película, aun siendo un poco absurda, me ha parecido acertada. Aun así no llega a interesante para mi por los temas que toca y como los toca. Habla de unas especie de humanos afectados por algún mal del futuro, pero solo toca del tema de pasada un par de veces y no se sabe que pasa realmente. El tema del agua es importante, pero no se centra en ello la película. En la película de animación Rango, tienen un problema parecido con el agua, y queda reflejado mucho mejor.
Oldman cambia varias veces de registro, presentado como un inteligente y romántico amante que lava el pelo a su chica, para poco después convertirse en un patán violento. Aun así Olman es un villano de lujo y su manera de terminar en la película es muy acertada.
Tocan el tema del canibalismo, pero muy por encima y solo algunos de los supervivientes, otros no. No la recomendaría y creo que tampoco la volvería a ver.