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Voto de Danivtar:
10
6.0
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Ciencia ficción. Drama. Bélico
En Dresde vive Billy Pilgrim (Michael Sacks), un joven tranquilo, sin pasiones ni curiosidad por el mundo que lo rodea, a pesar de que le ha tocado vivir la Segunda Guerra Mundial. Vive tan absorto, tan fuera de la realidad, que ni siquiera se percata del terrible bombardeo de su ciudad... Adaptación de la novela de 1969 de Kurt Vonnegut.
28 de diciembre de 2014
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Basada en la novela homónima y autobiográfica de Kurt Vonnegut, Matadero Cinco es una pieza de cine singular y bastante inclasificable toda vez que oscila entre géneros diversos, así como entre tonos cambiantes que pasan por lo dramático, lo absurdo y aun lo cómico. Pero el resultado final y su mensaje la convierten para mí en una joya de colección. Sus temas son la guerra, la muerte, la vida y el tiempo. Y una reflexión sobre la naturaleza del universo que difícilmente se encontrará en libros de filosofía. La acción comienza en un paisaje nevado donde se recorta solitaria la silueta de Billy Pilgrim, el personaje central del film -encarnado por un Michael Sacks en estado de gracia-, nuestro héroe con mucho de antihéroe, a cuya historia asistimos a través de una alucinante excursión de saltos temporales que, sin solución de continuidad, nos revelará las distintas y contrastantes instancias de su vida: momentos de la infancia, su pasaje por la Segunda Guerra Mundial -las escenas que componen estos episodios deben contarse entre las mejores del género bélico-, su existencia idílica como jefe de familia y todo un señor burgués, y finalmente un evento de lo más sorprendente e inesperado que incorpora en la historia el elemento fantástico y soporte de la tesis filosófica que otorga al film una dimensión trascendente.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Billy es el típico peregrino de un universo incomprensible. Su don es tal vez el de dejarse llevar. Su mente, debido sin duda a los muchos shocks que ha padecido, se ha "despegado del tiempo", convirtiéndolo en un viajero de su propia historia, de los distintos pasajes de su insólita vida. Y eso es lo que vemos, la vida de Billy conforme le es dado viajar a través de ella a fuerza de saltos que escapan a su control. Terminada la guerra se convertirá en todo un señor burgués, viviendo una dulce vida junto a una familia que no ama -pero a la que está bien adaptado- y a un perro que ama más que a sus hijos. En esta parte es donde el film adquiere tonos de comedia, en severo contraste con algunos pasajes dramáticos de la guerra, como el asesinato de su amigo Edgar Derby. Ya en la madurez, Billy será arrebatado a una suerte de paraíso personal, un extraño planeta que lo acoge en una burbuja junto a los amores de su vida, el perro Spot y una actriz, Montana Wildhack, que ha visto en una revista. Allí aprende la filosofía tralfamadoriana del cosmos, que lo catapulta a la eternidad. Billy le explica en algún momento a su familia: "En Tralfamadore aprendes que el mundo es sólo una serie de momentos agrupados en un hermoso orden aleatorio. Y si vamos a sobrevivir, tenemos que concentrarnos en los buenos momentos e ignorar los malos." No se busque otra explicación de la existencia ni sentido de la vida. El universo es lógicamente absurdo, pero debe seguir. Y así lo entendemos en la escena final.