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Voto de Aurelio Pérez Rocha:
8
Drama Biopic del creador de McDonald's. En los años 50, un vendedor de Illinois llamado Ray Kroc conoció a los hermanos Richard y Maurice McDonald, que llevaban una hamburguesería al sur de California. Impresionado por la velocidad del sistema de cocina de su hamburguesería de San Bernardino, Kroc visualizó el potencial de la franquicia y hábilmente se fue posicionando para arrebatárselo a los hermanos y crear el hoy imperio de un billón de ... [+]
29 de marzo de 2017
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿A quién no le gusta que le cuenten historias sobre personas que han alcanzado el éxito? No por nada, el clan Kardashian, a pesar de sus miles de haters (incluyéndome) sigue considerándose uno de los ejemplos más claros de una eficaz capitalización de la imagen en la era moderna.
Consciente de esa inclinación que tiene el público por el tema del “american dream”, John Lee Hancock, a quien le debemos otros acertados filmes sobre el triunfo humano (El Sueño de Walt [2013] y Un Sueño Posible [2009]), vuelve a decantarse en Hambre de Poder (The Founder) por una historia sobre un hombre que se hace a sí mismo, y no es cualquier hombre, se trata de Ray Kroc, quien convirtiera a McDonald’s en un emporio de la comida rápida, sentando un precedente sobre la evolución del negocio restaurantero.
En síntesis, la cinta tiene todos los elementos para cautivarnos y, efectivamente, lo hace no bien corren los primeros minutos de metraje gracias al excelente guion de Robert Siegel, que es uno de los principales aciertos, sólo a la par de la puntual interpretación de Michael Keaton, quien dota a Kroc de la dosis justa de hombre astuto que aprovecha las oportunidades que se le presentan.
Y ahí es, en este discurso moralmente ambiguo, donde considero que radica el problema de la película, que si bien resulta muy disfrutable, está a mucho de ser brillante.
A lo largo de casi dos horas, y a través de una hermosa fotografía que nos transporta al midwest americano de mitad del siglo 20, Hancock nos cuenta la historia de Kroc, un apasionado vendedor que toda su vida tuvo un clara ambición monetaria, en su etapa como distribuidor de la Multimixer, una máquina para hacer batidos, con la que no le va muy bien.
Pero cuando conoce el negocio emprendido por los hermanos Richard “Dick” y Maurice “Mac” McDonald, el cual le solicita varias de sus máquinas, queda fascinado al imaginar lo que sería replicar esta idea de comida rápida en todo el territorio estadunidense.
Lo que viene después es cómo Kroc, un fracasado de 50 años, pero férreo creyente del poder de la perseverancia, aunque con una distorsión de la ética, logra convertir un negocio de hamburguesas en una de las franquicias de alimentos más importantes del siglo 20. Y todo contado sin adornos.
Sé que muchos cuando vean esta película no podrán evitar compararla con otros biopic que se han hecho sobre individuos que han triunfado de los últimos tiempos, como es el caso de Steve Jobs, cuya historia llevó a la gran pantalla, en 2015, Danny Boyle, y Mark Zuckerberg, quien inspiró la aplaudida cinta de David Fincher, Red Social.
Aurelio Pérez Rocha
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