Cómo me gustan las películas donde hay giros de argumento. Toda la película luchando por conseguir la libertad de su marido (qué escena tan buena cuando el personaje de Tom en la cárcel llorando delante de su mujer reclamando su inocencia) y luego cuando lo consigue, pues resulta que efectivamente era culpable y mató a todas aquellas personas.
Es verdad que se van dando pistas cuando Tom se queda como en suspenso y cambia la mirada. Pero cuando se descubre el pastel, entonces su mirada cambia totalmente y se ve la cara del psicópata que esconde.

Lo de que un soldado estaba capacitado para mentir y engañar a un polígrafo debería haberle dado una pista a Claire pero, claro, dicen que el amor es ciego.