Uno de esos filmes que pretende dirigirse a toda una legión de jóvenes con constantes monólogos sobre la vida, las dificultades y los escollos de intentar salir adelante en un mundo en el que cuando todo parece más fácil y cercano todo se convierte en un obstáculo mayor.

Y LA VERDAD ES QUE SALE DEL PASO. Bien es cierto que hay un TREMENDO EXCESO del recurso de la cuarta pared (el personaje hablando al espectador), que demuestra que Kerrigan no sabía muy bien como mostrar ciertas cosas. Si bien es cierto que hay una cantidad de aciertos tremendamente notables, sobre todo para tratarse de un novel en la dirección.

El reparto está tan bien a la altura. Danny Dyer más que acertado y un John Simm que consigue mantener el tipo.

Y desde luego es una película que gana cuando se centra en las marchas, las ambiciones y la desidia de esos jóvenes (sin los monólogos). También cuando da lugar a algunos diálogos medianamente ingeniosos o a las alucinaciones de Moff.

Obviamente no es Trainspotting, pero mantiene el nivel británico general de la época. Que es bastante decir.

Ah Y LA BANDA SONORA ES OTRO ACIERTO.

PS: La mejor escena la que aparece Andrew Lincoln y se da la situación sobre como podría ser una conversación entre dos personas que no se aguantan. Curioso.