Lo mejor que se puede decir de esta tercera entrega de una de mis películas de terror favoritas, es que si no has visto las anteriores, la puedes considerar medianamente buena, ya que tiene ritmo y bastante acción(sobre todo la última media hora). Por otro lado, si no has visto al menos la primera, no entenderás la leyenda de la que hablan los protagonistas hasta bien entrada la trama, lo que la hace perder puntos por momentos. Los actores son bastantes normalitos(tirando a malos) en su mayoría, destacando únicamente la pareja protagonista, siendo los únicos que consiguen empatizar un poco con el espectador.

En resumen: película a todas luces innecesaria y apta, sobre todo, para todos aquellos que nos tragamos cualquier film con jovencitos acosados por el psicópata de turno. Aunque para hacerle justicia, hay que reconecer que es bastante superior a la mayoría de los slashers que se estrenan hoy en día directamente en formato DVD.

- Lo mejor: el desenlace. Curiosamente y a diferencia de todas las críticas que hasta ahora he leído, a mi sí que me ha gustado el toque sobrenatural. Una leyenda urbana y a la vez una maldición condenada a repetirse. No hay crimen sin castigo, esa es su moraleja.

- Lo peor: le falta suspense y terror. Todas las escenas suceden con la misma intensidad, no notas la subida de adrenalina en los momentos supuestamente fuertes. Además, Brooke Nevin no es Jennifer Love Hewitt.