Apreciamos de este largometraje un gran símil con las películas de Rober Rodriguez y un parecido, aunque más lejano que el anterior, con las películas de Tarantino.
Esta película fue estrenada en Argentina ( país donde nació) en 2011, pero no hemos tenido la oportunidad de verla en España hasta el 2013.
La película juega bastante con los tonos de los colores, cosa que como ya hemos dicho, es propia de los directores antes nombrados, pero estos colores tan llamativos que aparecen en el film le sientan bien, realzan el sentimiento y el sentido de la imagen que se intenta transmitir, así como el tipo de letra que aparece en los créditos que puede recordarnos incluso a Rocknrolla de Guy Ritchie.
La escena del principio, cuando esta combatiendo me parece una imagen que a la par que burda es lograda, consigue trasmitirnos realmente lo que propone, esa soledad que se siente al estar dentro del cuadrilátero y más con la decisión que se le planteaba a nuestro protagonista.
La película consigue hacerte reír en bastantes ocasiones, ya que esta repleto de un humor negro y absurdo, que aquellos fans de este tipo de humor apreciaran y echaran a reír un rato, pero tampoco de manera irracional.
En los personajes también observamos similitudes con los de las películas de Tarantino y Rober Rodriguez (personajes marginales, extraños, con atisbo de locura, entre ellos cabe a destacar uno que a mí personalmente me ha hecho reír cada vez que aparecía que es una especie de Rambo versión argentina).
El film utiliza a veces el recurso del flashback para que te enteres de como han ocurrido cosas claves.
Si tendría que dar un voto positivo a algo se lo daría a la iluminación y al humor de la película y si tengo que decir algo negativo es acerca de los diálogos que al estar en argentino hay muchas conversaciones que no he llegado a entender.
En mi opinión esta cinta te satisface si lo que buscas es pasar un buen rato y además eres amante de la comedia negra.