En una sociedad que se dice laica vemos como unas niñas adolescentes pasan de la libertad a la opresión por culpa del que dirán. La mala fama no le conviene a la familia porque se mancilla el honor de esta y luego no podrán casarse .
Asistimos al desmoronamiento de sus vidas manejadas por los adultos que aquí son meros comparsas pero que nos deja ver la cruda realidad .
No hay esterotipos solo son verdades que tiene que vivir la mujer islámica quiera o no quiera y el que no lo quiera ver es que esta ciego.
Me ha emocionado y eso lo consiguen pocas.
Magnífica la fotografía y la luz muy bien empleada.