En mi opinión, Cronenberg demuestra una vez más lo gran director que es, creando este interesante, innovador y escalofriante film, lleno de detalles que lo identifican. Creo que reina la inteligencia en el guión, ya que todo está perfectamente atado dentro de su mundo de irrealidad lógica (como siempre), de escenas que dan yuyu y ponen los pelos de punta, y con un final inquietante, repulsivo y maravilloso. El tema es de lo más original para una época en la que reinaba el mundo de los zombies y los primeros slashers, y en el cual Cronenberg deja su clara huella de cine de autor, al volver a mezclar con un estilo único y propio, el terror con el morbo y la repulsión, junto a la intriga y la inquietud que causa al espectador, efecto que consigue en todos sus films.