Aún me estoy preguntando por qué ignoré ver en su momento y en una pantalla de cine esta sensacional y entretenida película fantástica y de aventuras. En el cine se llegó a estrenar en dos y tres dimensiones, aunque yo en casa la he visto en dos dimensiones. Bien es cierto, que los efectos tridimensionales se notan, se perciben varias veces a lo largo de dicho film.
Basada en una historia escrita por Carl Ellsworth y Larry Karaszewski que, a su vez, está sacada de las obras, de los libros fantásticos y juveniles escritos por R.L. Stine, el guionista Darren Lemke le tocó la tarea de traer a la vida los personajes de todos los libros en una trama de algo más de 100 minutos de duración. Yo creo que este film lo disfrutarán tanto pequeños, jóvenes como los propios adultos. Risas, algún que otro susto ocasional y un montón de efectos visuales que harán las delicias de muchos. Tal vez, se llega a abusar de tanto efecto visual, pero con su presupuesto es de agradecer y están muy bien logrados.
A priori no veía con buenos ojos al actor Jack Black en la piel del escritor R.L. Stine, más que nada porque no se parecen en nada, pero luego cuando lo vas viendo actuar en dicha película la cosa cambia. Muy buen trabajo el de este actor, lejos del abuso de los tics cómicos, y con más drama. Más serio. Junto a él podemos ver al actor Dylan Minnette (el que fuera hijo de Matthew Fox en una trama de la serie Perdidos) y cuyo personaje llamado Zach llega al pequeño pueblo de Greendale (dónde se situa la acción) sin muchas ganas y pensando que ha perdido el sentido de la vida. Sin verlo venir se hace amigo de una vecina suya llamada Hannah (interpretada por la guapa Odeya Rush) y de un chico de su instituto, simpático y con ganas de hablar llamado Champ (interpretado por Ryan Lee, actor que pudimos ver en la magistral Super 8 (2011) dirigida por J.J. Abrams). En el apartado de los secundarios tenemos, entre otros, a Amy Ryan como la madre de Zach, el gracioso de Ken Marino no puede faltar a la fiesta y la guapa Halston Sage (vista en la película Ciudades de papel (2015) al lado de Nat Wolff y Cara Delevingne).