La película más didáctica y mejor documentada que jamás se ha hecho sobre la guerra civil española, “Tierra y Libertad” es además, la única película que he visto, que se atreve a profundizar en el tema de la anarquía. Para intentar plasmar esos ideales, el director inglés adapta la novela autobiográfica de George Orwell: “Homenaje a Cataluña”, basada en su experiencia personal en el que posiblemente fue el mayor “experimento” colectivista, asambleario y revolucionario de la historia de la humanidad.

El propio Orwell escribió: “Aragón fue el único lugar de cualquier tamaño en la Europa Occidental donde la conciencia política y la incredulidad en el capitalismo eran más normales que sus opuestos… Muchos de los motivos normales de la vida civilizada -snobismo, acopio de dinero, miedo al patrón etc.- simplemente habían dejado de existir. La división de clases ordinaria en la sociedad había desaparecido… una comunidad donde la esperanza era más normal que la apatía o el cinismo, donde la palabra “camarada” expresaba camaradería y no, como en otros países, falsedad… para la gran mayoría del pueblo socialismo significaba una sociedad sin clases, o no significaba nada.”

“Tierra y Libertad” es particularmente “valiente”, a diferencia de otras películas que tratan sobre la guerra civil española catalogadas como “comprometidas”, por no centrarse en retratar la crudeza de la guerra o las atrocidades del fascismo (que en la película solo aparece como enemigo de fondo), buscando la lagrima fácil. Sino por dar prioridad a intentar plasmar cuales eran los ideales de estas personas y cuales eran, y siguen siendo hoy en día, los auténticos enemigos de cualquier revolución que pretenda cambiar el mundo, reflejados en la que en mi opinión es la escena cumbre de la película, la escena de la asamblea por la colectivización de la tierra.