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Voto de EuTheRocker:
6
Thriller. Intriga Tom Selznick (Elijah Wood), un joven y talentoso pianista que reaparece ante el público tras una breve retirada por miedo escénico, se sienta al piano y se encuentra una nota amenazadora, en la que se le conmina a ejecutar el mejor concierto de su vida si quiere salvar su vida y la de su esposa. (FILMAFFINITY)
3 de noviembre de 2013
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay un ejercicio muy sencillo y que pocas veces falla. Cierra los ojos, deja la mente en blanco y di la primera palabra que te venga a la cabeza si yo te pido una asociación sencilla de dos palabras. No lo pienses. Deprisa. Las palabras son: cine y suspense.

Me aventuro a garantizar que en el 80% del subconsciente colectivo del universo cinéfilo, habrá sonado el mismo nombre: el de el gran Alfred Hitchcock, maestro entre maestros de un género que él sacudió, derrumbó y reconstruyó de sus propias cenizas con la magia de su talento. Eugenio Mira, haciendo honor a su apellido, echa una ojeada profunda a los cánones del estilo narrativo desarrollado por el gran maestro director de "Psicosis", y ofrece en "Grand Piano" un ejercicio circense de talento visual sobrecogedor. Mucho se habla este año de los malabares que ha realizado el genial Alfonso Cuarón en la perfecta "Gravity" abriendo nuevos caminos a las posibilidades que ofrece la lente de una cámara. Pero no podemos dejar que caiga en el olvido la genial e increíble labor a la dirección del español en este thriller de argumento imposible. Su potencial tras la cámara es sobrecogedor. Los límites narrativos a que obliga el cine, son derribados por la genialidad de un director en estado de gracia. Planos secuencia dignos sucesores de Hitchchock, movimientos de cámara imposibles, un montaje llevado a los límites del suspense; todo eso, hace de "Grand Piano" un cóctel de alto voltaje que lleva al espectador a las orillas del gran cine.

Poco importa los innumerables errores de un guión escrito con prisas para contar una historia mal estructurada y con unos personajes cuya psicología no está claramente definida. Eso no importa cuando tras la cámara existe la magia de un realizador capaz de tapar todos esos defectos y ofrecer una hora y media que corre ante los ojos del espectador sin detenerse y sin dejar un segundo al respiro, llegando a los créditos finales con la necesidad de más, pero complicadamente mejor. Eugenio Mira, llega al gran público dando un golpe de talento sobre la mesa y demostrando una vez más, la enorme calidad que atesora en los últimos años el cine español. Un orgullo y una suerte poder disfrutar de esta generación tan maravillosa de realizadores.
EuTheRocker
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