Segunda entrega de "Fargo" que supera con nota a la primera. Es increíble lo que pueden arrostrar una peluquera, interpretada brillantemente por la chica de Spiderman, Kirsten Dunst, que une perspicacia, humor, timidez y osadía a partes iguales, y su esposo, el carnicero, Jesse Plemons, enamoradísimo de ella y pendiente de que nada le ocurra, sumándose al "fregao" de cabeza casi sin hacer preguntas.

El matrimonio se mete de lleno en una lucha por el poder de dos clanes mafiosos sin comerlo ni beberlo, y hacen girar a ambos clanes en su búsqueda y persecución a lo largo de los diez capítulos de la temporada, con una grandiosa banda sonora original, una fastuosa fotografía, unos diálogos superlativos, y acción, disparos y sangre que parece que los hermanos Coen han invitado a la fiesta a Tarantino.

Gran elenco de actores que hacen su trabajo de forma más que notable aunque hay que destacar a Patrick Wilson y a Ted Danson como agentes de la ley ya que anudan la segunda con la primera temporada, y Zahn McClarnon, el indio, que encuentra una nueva cara en la segunda temporada y que prepara a esos chicos que están jugando al béisbol para ser sus adláteres en la primera temporada, de la que ésta es una precuela, con la agente Molly convertida en esa niña desdentada y preguntona que vemos capítulo a capítulo.

No sé si la tercera será mejor, pero sin duda me encantaría darle una matrícula de honor.

Esta se queda con el sobresaliente, 9.