No sé qué han pretendido con esta película. Por un lado es algo desagradable, al estilo de El ciempiés humano. Pero tampoco logran del todo crear un ambiente angustioso de pesadilla. Y todo por este ¿intento? de comedia paralela mediante personajes absurdos como el inspector canadiense, y esos diálogos cargantes y tediosos. Lo de hacer diálogos largos sin que te aburras no es fácil, y Tarantino es un maestro. Pero aquí es todo grotesco, absurdo, sin gracia...
Siento que he perdido un tiempo valioso de mi vida al haber visto semejante mierda gordísima. Y el diálogo de los créditos finales es de lo más patético que he visto en mucho tiempo, pero da explicación a esta película: el abuso de los porros puede dar lugar a paridas sin ninguna gracia, y a subproductos aburridos como este, que a los porreros en cuestión les pueden parecer buenas y graciosísimas ideas. A mí me parece muy bien que las lleven a cabo; lo que me jode es que no me avisen y me engañen para tragarme truños así.
Le doy un dos por un par de escenas que me han impactado un poco. Pero sin más.