Recomendable solo para pasar un buen rato de sobremesa, aunque usa una estética que hoy se vería como algo clásica.

Este tipo de películas las reponían en televisión en España en los años 80 y 90 y muchos espectadores adultos sentirán nostalgia, por ver este tipo de películas con intrigas interesantes y actores y actrices guapos. Los diálogos no destacan. El film sigue el típico estilo Hitchcock, pero le falta auténtica tensión y detalles visuales novedosos que la distingan.

Galanes correctos, una buena trama de thriller correcto, un final sorprendente y a bote pronto un poco inverosímil como corresponde, pro si después se recapacita tiene su lógica.

Rod Taylor haciendo de comisario detective australiano, con cierto toque primitivo pero no tan sofisticado ni urbano como un Humpfrey Bogart, va a un Londres lleno de color, pero también casas grandes de interiores para detener por asesinato a un Alto Comisario, en este caso, (la estrella) Chistopher Plummer pero a partir de ahí es el diplomático el que está en riesgo de ser asesinado y no se sabe si porque está en medio de una Reunión entre países de los dos bloques en plena Guerra Fría o por algún motivo sentimental con su segunda esposa, su secretaría o más personajes típicos de las películas de intrigas políticas.

Hay algún momento de tensión entre el comisario que debe cumplir con el deber de mantener sano y salvo al diplomático, que está en una extraña situación de retención y el diplomático que quiere salvar las reuniones del Tratado "que garantizara la Paz Mundial entre los países de Occidente y del Oriente".


En el fondo, es una variación más de un tema trillado con chantajes y amenazas de muerte, pero que no aporta nada original, salvo las referencias a Australia, las pequeñas tramas diplomáticas de la época y saber recoger un poco el tema candente de la época, no destacará por nada.

Después de ver la obra a uno le da pena, que no se profundizara más en los diálogos, en los aspectos técnicos como en la música o en un final más rompedor.