Esto viene a ser como el cuento de El patito feo, con escenas de Blancanives en París y ambientado en un mundo donde la estupidez es norma y ley. Porque una cosa son las exigencias y las particularidades del negocio de la moda y otra bien distinta cómo las presenta esta cinta en la que todo es desproporcionado hasta hacerse irreal e inverosímil.
No obstante, como siempre, grandiosa MS en un papel que no se cree nadie, exagerado hasta lo indecible, tanto como el juego que le siguen todos sus subordinados que rayan en la estulticia e indignidad más miserables. A pesar de todo, magnífica AH encarnado a la heroína que sobrevive a duras penas a los encantos crueles del glamour más insensato y despiadado. Por lo demás, un desfile de modelos, publicidad explícita incluida. Infumable.