Una película de bandidos, en la época de los Western. Está aliñado con oro, amores, la guerra civil e indios.

Lo interesante, es que todo está rodado en exteriores, no nada interior. Y luego la trama, sencilla pero que da de sí para que los actores vayan jugando en su papel, unos papeles claros y fuertes, para que entre ellos vayan interactuando.

Millard Mitchell, muy atractivo con ese bigote (siempre le han quedado bien algo en la barbilla, ya sea perilla, barba, bigote... tendría que habérselo dejado en toda su carrera), Janet Leigh, una joven que haría papeles buenos, incluido la gran "Psicosis", y Ralph Meeker, que moriría poco después de cáncer de pulmón.

Ya no nombre a James Stewart, que decir de él, o Robert Ryan, un villano típico de la época. Muy buenos ellos dos.