La historia puede sinterizarse así: un espíritu acosa al pueblo, un abogado quiere preservar su empleo, un misterio debe de ser revelado. Hay mucho suspenso, muchos fantasmas, muertes, momentos tensos, momentos de luz argumental, valentía. Lo bueno es que no queda en el estereotipo sangriento de las películas del género. Lo malo, demasiado repetitivos las herramientas que usa para generar suspenso. Lo peor, la base argumental es muy flaca, se cae a pedazos, el autor apuesta a lo sencillo es más, sin embargo, a veces lo simple puede resultar demasiado vacío. Lo mejor, ver a Daniel Radcliffe actuado lejos del personaje que le dió fama.