No sé muy bien como comenzar esta crítica. La verdad es que esta película ha logrado lo imposible y es que, siendo una comedia, me ha dado ganas de llorar. No se confundan. No soy ningún gafapasta incapaz de dejarme llevar por un humor directo (mis puntuaciones a las 3 primeras películas de la saga "American Pie" y a "Supersalidos" dan buena cuenta de ello). Pero es que esto ya pasa de castaño oscuro. No solo tenemos unas actuaciones deleznables, lo de Faris ya empieza a tocar las narices haciendo SIEMPRE lo mismo y Ryan Reynolds... este hombre no da pie con bola. Espero que ahora que ha demostrado con "Buried" que si quiere puede ser un actor bastante competente, se deje de coger papeles tan absurdos y gilipollas como el que aquí nos atañe. Porque, enserio, cuando se pone el traje de gordo la película alcanza unos niveles de ridículo difíciles de superar. En cuanto a Amy Smart sobra cualquier comentario. Está muy buena. Punto. Y llegamos a la joya de la corona. El guion. si es que se le puede llamar así. Para empezar decir que a mi no me la cuelan disfrazando el mensaje de la película. Esto va de un pobre diablo que lleva enamorado toda su vida de su mejor amiga y cuando por fin se decide a declararse la tía esta le dice que amigos sí, pero que con gordos no sale. A partir de aquí empiezan a construir un guion intentando mostrar que por muy cachas que te pongas también tienes que ser sensible. Y una polla como una olla. Creo que todos sabréis a estas alturas como acaba la película. Muy triste que se permita a proyectos con esta premisa salir adelante. Por si fuera poco, las únicas risas que obtuve (me reí 1 vez y esbocé otra sonrisa) fueron a costa de lo patético que resultaba todo. Por favor, no la veáis. Es muy mala.