Media votos
5.5
Votos
8,272
Críticas
110
Listas
52
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Hrundi_Bakshi:
5
4 de agosto de 2009
33 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para un fan incondicional como yo del cine de Tim Burton de los 80 y 90, no es fácil asimilar musicales como Sweeney Todd.
Si bien la estética, el vestuario y la ambientación son como siempre inmejorables, las escenas musicales propiamente dichas resultan en su mayoría terriblemente tediosas, frías e irritantes, y con actores muy limitados en ese apartado, salvo, curiosamente, el niño protagonista. Tampoco el guión ayuda demasiado, con una trama de lo más sencilla y previsible, donde el humor negro y la sangre quedan eclipsados por completo por los excesivos números musicales y por una historia de amor adolescente de lo más intrascendente.
Nos tiene acostumbrados en el último siglo el genial director a darnos una de cal y otra de arena, con películas menores como El planeta de los simios o La novia cadáver, y obras como Big Fish o Charlie y la fábrica de chocolate, que sin llegar al nivel de Ed Wood o Eduardo Manostijeras, al menos nos llevan a ese mundo onírico tan propio de Tim Burton.
Es una pena no haber adaptado este musical a la gran pantalla como un film tipo Sleepy Hollow, con unas buenas dosis de fantasía y terror pero sin esas insoportables canciones......es probable que Johnny Depp al fin se hubiese llevado el tan ansiado Óscar.
P.D. Tim, no hagas más musicales, por favor, no es tu fuerte. Os juro que he acabado con dolor de cabeza.
Si bien la estética, el vestuario y la ambientación son como siempre inmejorables, las escenas musicales propiamente dichas resultan en su mayoría terriblemente tediosas, frías e irritantes, y con actores muy limitados en ese apartado, salvo, curiosamente, el niño protagonista. Tampoco el guión ayuda demasiado, con una trama de lo más sencilla y previsible, donde el humor negro y la sangre quedan eclipsados por completo por los excesivos números musicales y por una historia de amor adolescente de lo más intrascendente.
Nos tiene acostumbrados en el último siglo el genial director a darnos una de cal y otra de arena, con películas menores como El planeta de los simios o La novia cadáver, y obras como Big Fish o Charlie y la fábrica de chocolate, que sin llegar al nivel de Ed Wood o Eduardo Manostijeras, al menos nos llevan a ese mundo onírico tan propio de Tim Burton.
Es una pena no haber adaptado este musical a la gran pantalla como un film tipo Sleepy Hollow, con unas buenas dosis de fantasía y terror pero sin esas insoportables canciones......es probable que Johnny Depp al fin se hubiese llevado el tan ansiado Óscar.
P.D. Tim, no hagas más musicales, por favor, no es tu fuerte. Os juro que he acabado con dolor de cabeza.