Oportunidad perdida para haber sido una gran película. Los ingredientes los tenía: Una gran actriz como Amy Adams, unos espectaculares efectos especiales (magistral recreación del mundo Krypton), un malo malísimo excelente, y un Superman muy aceptable. Nadie puede igualar a Christopher Reeve, pero Henry Cavill sale airoso del papel.

¿Problema? El director, el montaje, el guión... El devenir de la película es ruidoso y atropellado. Mucho artificio que socava una historia que podía haber sido extraordinaria. Ningún superhéroe ofrece la oportunidad de investigar y desarrollar su pasado como Superman. Las escenas, en su mayoría de acción, se suceden a ritmo frenético. Los efectos especiales acompañan, pero ni siquiera en este registro se mueve cómodo el director.

Mención aparte merece el montaje de la película. Claramente se les ha ido la tijera a la hora de adelgazar un metraje que aún así sigue siendo excesivo (casi dos horas y media). La película sufre constantemente de saltos entre escenas que ni el más amateur de los directores lo permitiría.

Aún así, sigue siendo una película interesante de ver. El conjunto final es ligeramente satisfactorio. Es tan apabullante que terminas por meterte en la historia.

Un 6