Cuando ya pensé que el genial Wilder no podía ofrecer nada mejor que sus grandes comedias o profundos dramas, encuentro en la filmografía de Shirley MacLaine una película que conocía de oídas y, no se ahora muy bien porqué, jamás había decidido ver. Pensé en encontrarme la típica película al estilo Pretty Woman, pero no fue así. Irma la dulce empieza bien, transcurre genial y acaba espectacularmente. Una delicia visual de principio a fin aunque Lemmon, como siempre, no acaba de convencerme. Los dialogos son pura poesía y la banda sonora aunque genial, a ratos parece estar viendo La dama y el vagabundo. LOs secundarios son formidables aunque sería difícil destacar alguno, pero lo mejor de todo sin duda es ella Irma. Menos películas ñoñas sobre prostitutas amargadas y más comedias así, de prostitutas que todavía encuentran algún valor a la vida.