Llamado por un negocio urgente, un hombre debe tomar una avioneta y dirigirse a atenderlo dejando su mujer al cuidado de un socio comercial. Este individuo; que es un seductor y un diletante; acompañarä a la mujer a hacer un recorrido por Francia, en distintos puntos gastronómicos, porque además es un gourmet consumado. Le hará probar una serie de delicias culinarias en un largo itinerario que emprenderá con dispares pretextos más o menos convincentes, alejándola del verdadero objetivo que es reencontrarse con su marido en París, lo que es un guiño, naturalmente, al epígrafe del film (en un orden lógico, con seguridad a la inversa). Lo que la película muestra es el progresivo acercamiento romántico y, más que nada, la intriga sobre si la protagonista terminará o no en brazos de este señor. Por lo demás, en general navega en lo insustancial, algo irresolutamente, con algún que otro detalle moral más interesante. Más que nada, permite apreciar en alguna medida las bondades de la campiña francesa, el recorrido por rutas bordeando bellas montañas somnolientas, que permiten disparar evocaciones sobre la pintura de Cezanne y no mucho más. Apenas interesante.