Pequeña obra maestra, que trata como ninguna otra la figura de los Húsares y desconocida para gran parte del público, es una película de obligado visionado para todo aquel que esté interesado en ver un retrato animado del periodo de las guerras napoleónicas.

Basada en la novela de Joseph Conrad la adapta fielmente y ofrece todo un deleite visual mediante una cuidada fotografía y un detallado vestuario que ayuda a meterse en la historia.

Esta destaca por su simpleza que no es sino el absurdo argumento del ofendido sin causa cierta (en la novela queda más patente el motivo) que da pie al espíritu romántico de la búsqueda de la satisfacción.

Si bien no destaca por ser una película de acción, pese a tratarse de la historia de dos militares y de su eterno enfretamiento a caballo por Europa, las escenas de los duelos son muy realistas y cercanas en lo que se refiere al arte de la esgrima. Cabe señalar sobre todo la escena del duelo a caballo.

Respecto de las actuaciones nos encontramos tanto con un Keith Carradine como con un Harvey Keitel que bordan respectivamente sus papeles y todo esto aderezado con una excelente banda sonora obra de Howard Blake, que consigue transmitir bastante sentimiento a la película.

En definitiva: todo un clásico que un buen amante del cine apreciará.