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Voto de Wladimyr Valdivia:
6
Fantástico. Aventuras. Terror El adolescente Zach Cooper se muda sin muchas ganas con su familia desde Nueva York al pequeño pueblo de Greendale. Allí encuentra un resquicio de ilusión cuando conoce a su vecina, la guapa Hannah, y hace un amigo: Champ. También se entera de que el padre de Hannah es RL Stine, autor del Bestseller de la serie "Pesadillas". Pero Zach descubre que Stine tiene un secreto: las criaturas de sus historias son reales, y las mantiene ... [+]
26 de octubre de 2015
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Goosebumps es la expresión en inglés que en español conocemos como “piel de gallina”, “carne de gallina” o simplemente “pelos de punta”. Eso que nos pasa en la hipodermis de manera automática a nivel muscular producido por el frío o, incluso, por una emoción. Pero también es el título de la exitosa colección de novelas de terror escritas por el norteamericano Robert L. Stine, considerado el Stephen King de la literatura infantil.

“Goosebumps” (titulada en España como “Pesadillas” y en Latinoamérica como “Escalofríos”) es la última película dirigida por Rob Letterman (“El Espanta Tiburones”, “Monsters vs Aliens”), basada en las historias de Robert L. Stine, una comedia familiar de aventuras que intenta rescatar la esencia de la saga, la que ya fue convertida en una exitosa serie en la década de los ’90.

La cinta se centra en Zach Cooper (Dylan Minnette), un adolescente recién llegado a Nueva York con su madre que descubre que su vecino es nada menos que R. L. Stine (Jack Black), un misterioso escritor de cuentos que vive junto a Hannah (Odeya Rush), su hija, descubriendo un gran secreto: los personajes de su biblioteca de cuentos de “Goosebumps” cobran vida al ser abiertos, causando un caos en la ciudad cuando estos escapan, teniendo que trabajar unidos para restablecer el orden para siempre.

Sin mayores presentaciones, la cinta no tarda en ubicarnos de manera correcta al interior de la historia con un humor suave y familiar. A la medida de las nuevas generaciones, los personajes carismáticos (e inverosímiles) y los chistes sólo para mentes rápidas no se hacen esperar. De esa misma manera, nos adentramos velozmente entre una colección de estereotipos repetidos hasta el hastío: una madre joven, permisiva y amiga de sus hijos (Amy Ryan), la tía soltera y despreocupada (Jillian Bell), el amigo divertido y buen tipo (Ryan Lee) y, por supuesto, la vecina, una tierna adolescente de cabello y ojos perfectos (Odeya Rush) con más de algún problema doméstico, por lo que un héroe no le podría venir en un mejor momento.

Así, en una suerte de “Jumanji” del terror infantil contemporáneo, tenemos 100 minutos de un eficaz -aunque discreto- film de entretención para los más chicos, donde se homenajea al trabajo y los personajes más importantes creados por R. L. Stine. Con efectos especiales muy bien acabados y personajes entrañables, recorremos una galería de los protagonistas más destacados de la saga literaria, como Slappy, el Hombre de las Nieves o el Niño Invisible, entre otros. La banda sonora de Danny Elfman y la fotografía del gran Javier Aguirresarobe (“Mar Adentro”, “The Road”) le aseguran al film la atmósfera ideal para una historia que no le exige mucho a su guión ni a su puesta en escena.

Sin embargo, y lamentablemente, el director no logra definir el objetivo de su cinta. Si bien es cierto que la entretención está asegurada para el sector más pueril de la casa, no alcanzamos a asociar la película ni al horror infantil, ni al humor, ni a la comedia y mucho menos al romance. Esto resulta inequívoco no porque sea una premisa que debe cumplirse como parte elemental del encasillamiento, sino porque el director es quien intenta abarcar todo lo mencionado, sin recaer en ninguna de manera clara y efectiva, más allá de la comedia ligera y el divertimento.

“Goosebumps” no nos pondrá la piel de gallina a los más grandes, pero sí entiende todo lo que el preadolescente necesita para salir feliz de la sala de cine. Para el director, es un gran paso luego del fracaso que le significó su anterior película, “Los Viajes de Gulliver” (2010), sin embargo, difícilmente destaque en el estante de cine infantil de aventuras, género que la industria, al parecer, está empecinada sólo en crear obras de menor trascendencia y no más allá de un gran éxito comercial. Cómo se extrañan los noventa.

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Wladimyr Valdivia
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