Y no lo digo yo, lo decía un profesor que tuve cuando estudié la carrera de historia. Y ciertamente me parece innegable; porque habrá películas ambientadas en otras épocas con mayor nivel, cinematográficamente hablando, o que transmitan más emociones, u otras sensaciones. Pero si nos ceñimos a la recreación del pasado y al rigor histórico, no hay ninguna que pueda toser a "Los duelistas" (únicamente la intocable "Barry Lyndon" puede acercarse).

Todo, absolutamente todo, desde el vestuario, a las armas, a las expresiones, al modo de pensar y actuar y al contexto histórico, todo tiene una calidad excelsa, por no hablar de la magnífica fotografía de Frank Tidy, pastelosa y con sabor a fin de Ancien Régime, tan fría como la neblina de los bosques de antes de la Revolución Industrial, o de la inquietante y briosa banda sonora de Howard Blake...nunca se va la sensación de estar contemplando un cuadro en un museo, o de transportarse al mismo 1800 (diablos, casi puede olerse a cuero, a sangre, a aguardiente, a sudor, a legajo, a pipa, a aliento de soldado bebedor y putañero...). Por si fuera poco, los duelos a espada son realmente insuperables. Es lo que tiene hacer caso de verdad a los expertos.

Si a ello le sumas a unos extraordinarios Keitel como el excesivo y casi demente Feraud y Carradine como el más comedido y sensato D´Hubert, tendrás un peliculón realmente irrepetible, en el debut en el cine de Ridley Scott, después de muchos años haciendo anuncios televisivos. Ojalá el resto de películas históricas que hizo después no se hubieran caracterizado por los paralelismos con el mundo actual, con césares antisistema, visiones de las Cruzadas que hubiera firmado Al Qaeda, musiquita étnica y etcétera.